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La megafusión de Daimler-Benz y Chrysler

7 de mayo de 2003

Para unos era sencillamente la obra de un loco, para otros, la consecuencia lógica de una brutal competencia: la fusión de los gigantes automotrices Daimler-Benz y Chrysler hace cinco años.

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Fábrica de DaimlerChrysler en Bremen, Alemania.Imagen: AP

Como una "boda celestial" se anunció el 7 de mayo de 1998 dicha fusión germano-estadounidense. Entre tanto, como en cualquier otro matrimonio, la gran pasión ha sido casi que consumida por la realidad económica.

El idilio comenzó en Detroit cuando el alemán Jürgen Schrempp, a nombre de Daimler Benz, le pidiera "la mano" a Bob Eaton de la Chrysler. La unión se da por conveniencia, pues debido a la dura competencia en el mercado automotríz, son cada vez menos los productores que pueden sobrevivir.

Una dote multimillonaria

La inesperada boda de Daimler-Benz y Chrysler se confirma al fin como la megafusión de la historia industrial. Los alemanes pagaron la dote: 35.000 millones de dólares.

"Como empresas unidas mejoraremos significativamente nuestra posición, desarrollando fuerzas sinergéticas y aumentando la eficiencia", dijeron aquella vez los portavoces.

Henchido de euforia, Bob Eaton, jefe de la Chrysler, habla por su parte de que "el orgullo de la herencia de Chrysler no desaparecerá, aunque la mezcla mejorará los genes".

El temor de los trabajadores

Para los trabajadores de ambas empresas la cuestión no era la defensa del orgullo, sino de los puestos de trabajo que aseguraban su existencia. Por aquella época se temía la pérdida de unas 400.000 plazas de trabajo.

Los riesgos de la fusión eran inmensos: la unión de dos empresas enfincadas en dos culturas empresariales muy distintas y las inmensas pérdidas de la Chrysler.

Stuttgart
Imagen: DW

Lo que fuera calificado como "Merger of equals", unión entre iguales, es hoy visto con ojos más críticos. Ya en enero de 2000 Bob Eaton abandonó el lecho matrimonial, dejando la vía libre que llevó al alemán Schrempp a la gerencia general.

Zetzsche va, reestructura y gana

Luego salieron a flote grandes problemas estructurales y financieros, justo cuando el alemán Dieter Zetzsche llegó a la cabeza de la Chrysler. Zetzsche cumplió la ingrata tarea de cancelar 26.000 puestos de trabajo y cerrar 6 fábricas.

A pesar de ello o gracias a lo mismo, Zetzsche pudo sacar a flote al gigante y hoy es tenido por un "salvador". A su llegada empero se le tuvo por "colonizador".

Hoy, tras 5 años de la fusión, la empresa ha vendido más de 23 millones de autos y ha hecho inversiones por unos 78.000 millones de euros en investigación y desarrollo.

Otra vez a la cabeza

Por número de ventas, la DaimlerChrysler es hoy la tercera empresa más potente del mundo. Por su valor bursátil, es la segunda tras General Motors.

El lado amargo de este matrimonio es que 70.000 personas han perdido su puesto de trabajo y que su valor, sobreestimado por los días de la boda, ha bajado constantemente. Aún así, los conocedores afirman que los mejores tiempos de la empresa aún están por venir.