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La guerra arrecia mientras la ONU delibera

ERS6 de agosto de 2006

La violencia arreció en Israel y el Líbano, mientras en Nueva York el Consejo de Seguridad deliberaba sobre una resolución y, en Castelgandolfo, el Papa reiteraba su llamado a un inmediato cese del fuego.

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Los misiles de Hezbolá siguen asediando a Israel.Imagen: AP

Una vez más, la canciller alemana, Angela Merkel, habló de un "paso importante", ahora refiriéndose a la presentación del proyecto de resolución que actualmente discute el Consejo de Seguridad de la ONU. Su ministro de Relaciones Exteriores, Frank Walter-Steinmeier, indicó por su parte que ahora se requiere que "el Consejo de Seguridad apruebe tan rápido como sea posible esa resolución, y siente con ello la base política para que callen las armas". Son declaraciones extremadamente diplomáticas, que demuestran a todas luces la intención de Alemania de mantenerse en la retaguardia en esta etapa de los esfuerzos diplomáticos dirigidos a superar la actual crisis del Medio Oriente.

Cuán difícil es el cometido lo demostraron los partes de guerra de este fin de semana. Mientras en la sede de la ONU se ponía en marcha el debate, Israel sufrió los peores ataques de misiles de Hezbolá desde que estallaron las hostilidades. También el Líbano fue blanco de una de las peores arremetidas israelíes. En suma, en el frente de batalla la paz parece más distante que nunca. O, al menos, cada bando intenta mejorar su posición al máximo, antes de pensar en silenciar las armas.

Positiva acogida en Israel

Sea como fuere, tanto la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, como el gobierno israelí, advirtieron que no se debe abrigar esperanzas de un pronto fin del conflicto. No obstante, en Israel tuvo positiva acogida el proyecto de resolución acordado entre Francia y Estados Unidos que ahora está en la mesa del Consejo de Seguridad. Aparte de algunas críticas por la vaguedad de las formulaciones, los israelíes se sienten confirmados en su posición e interpretan a su favor el texto, que llama a cesar las hostilidades pero no exige la retirada de las tropas del sur del Líbano.

Según el ministro israelí de Justicia, Chaim Ramon, no cabe duda de que Israel permanecerá en la región fronteriza hasta la llegada de una tropa internacional al sur del Líbano. "Nadie puede actuar allí contra Israel - lo dice el borrador", afirmó Ramon, quien ya tras la conferencia de Roma había interpretado la resolución allí emitida como una señal de luz verde para la ofensiva israelí. Pero todo tiene sus bemoles. En la esfera política hay quienes piensan que la propuesta es demasiado favorable a Israel como para que la acepten los contrincantes.

"Receta para la guerra"

Las reacciones de Hezbolá dan la razón a los escépticos. La milicia chiíta afirmó que no dejará de combatir hasta que el último soldado israelí haya abandonado territorio libanés. Las críticas al proyecto de resolución se multiplicaron en Beirut, Teherán y Damasco, donde el ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid Muallen, calificó el texto de "receta para la prosecución de la guerra".

Así las cosas, por ahora no hay razón de alegrarse. El enfrentamiento continúa, mientras en Nueva York prosiguen las deliberaciones y en diversas ciudades europeas comienzan a tomar fuerza las protestas contra esta guerra, con manifestaciones callejeras que aún no tienen un carácter multitudinario, pero van en aumento.