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La Fórmula del suspenso

3 de agosto de 2003

La Fórmula 1 ha recuperado la emoción y el suspenso. Tras su triunfo en el Gran Premio de Alemania, en Hockenheim, Juan Pablo Montoya acortó a 6 puntos la distancia que aún lo separa de Michael Schumacher.

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Schumacher preocupado: Montoya se acerca.Imagen: AP

Michael Schumacher corría de local en Hockenheim. Pero la carrera de este domingo fue todo menos un paseo por casa para el campeón de Fórmula 1, que tuvo que conformarse con un decepcionante séptimo lugar, en vez de poder celebrar otro triunfo a bordo de su Ferrari. La victoria del colombiano Juan Pablo Montoya, cuyo desempeño fue calificado de "brillante" por un comentarista, deja todas las opciones abiertas en esta temporada.

Accidente a 200 metros

Apenas cinco segundos después de iniciada la carrera, tres de los cinco candidatos a adjudicarse el campeonato de este año quedaron fuera de combate.
Der Finne Kimi Raikkonen verunglückt am Sonntag, 3. August 2003, kurz nach dem Start zum Großen Preis von Deutschland auf dem Hockenheimring mit seinem McLaren-Mercedes.
Accidente: Kimi Räikkönen salvó ileso.Imagen: AP
Un accidente, a sólo 200 metros de la línea de partida, dejó convertidas en chatarra las esperanzas de Ralf Schumacher, Kimi Räikkönen y Rubens Barrichello, al menos en lo que respecta al circuito de Hockenheim. Ralf Schumacher ya da por enterrado el sueño de disputarle el cetro a su hermano mayor, en vista de que fue castigado como responsable del accidente y tendrá que partir 10 posiciones más atrás en la próxima carrera, en Budapest.

Al margen de lo anterior, con Montoya pisándole los talones a Schumi, y Räikkönen a sólo 3 puntos del colombiano, la Fórmula 1 promete ser un espectáculo apasionante hasta el final. Atrás quedaron los años en que el alemán reinaba solitario en el Olimpo de las pistas, que parecían alfombras rojas extendidas para Ferrari.

Rivales fuertes

Claro está que lo que para los aficionados resulta un placer, supone una prueba de nervios para los pilotos, comenzando por el actual campeón. El año pasado, sin ir más lejos, Michael Schumacher había llegado al Gran Premio de Alemania con la corona bajo el brazo, convirtiendo la carrera en una gran fiesta para sus simpatizantes. Muy diferente es la situación este 2003. Pese a llevar ventaja, ahora tendrá que luchar por cada punto.

"En cierta medida, la lucha es siempre algo grandioso. Pero, hablando con sinceridad, no tengo nada que objetar a lo ocurrido en los últimos años", comentó Schumi. El campeón reconoce que sus rivales de este año son de temer: "todos son fuertes y todos tienen posibilidades", afirmó. Y así lo demostró en Hockenheim Juan Pablo Montoya, con su merecida victoria.