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La fugaz reaparición del separatista Carles Puigdemont

8 de agosto de 2024

Una orden de arresto pesa sobre el líder separatista catalán Carles Puigdemont, que este jueves volvió fugazmente Cataluña.

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Carlos Puigdemont da un discurso ante un micrófono. Detrás, la bandera catalana.
Carlos Puigdemont se dirige a sus seguidores a su llegada a Barcelona.Imagen: Joan Mateu/AP/picture alliance

Carles Puigdemont, sobre el que pesa una orden de detención en España, volvió fugazmente a Barcelona, corriendo el riesgo de ser arrestado. Apareció ante sus seguidores en un acto organizado por su partido, Junts X Catalunya. Después desapareció. La Policía de Cataluña organizó el operativo "Jaula" para encontrarlo, pero, tras casi cuatro horas de controles en la red viaria catalana, fue desactivado sin haber localizado al expresidente catalán. Hay sospechas de que uno o varios agentes policiales lo ayudaron a escapar. 

Tras siete años en el exilio, el expresidente del Gobierno regional de la provincia española de Cataluña, depuesto en 2017, anunció su regreso al país de origen con motivo de la celebración de la sesión de investidura del nuevo presidente regional, Salvador Illa. 

Puigdemont abandonó Barcelona hace años porque las autoridades españolas iban a detenerlo por rebelión, sedición y malversación de fondos públicos. No es que se viera obligado a exiliarse, sino que eludió su procesamiento huyendo. Puigdemont se escondió en Bélgica junto con varias personas de su círculo del partido Junts.

Referéndum ilegal

¿Cuáles fueron los delitos imputados a Puigdemont y sus cómplices? Según la legislación española, celebrar un referéndum sobre la salida de Cataluña del Estado español era ilegal. La posterior declaración de independencia de Cataluña fue también un delito.

Según las acusaciones de la Fiscalía española, los fondos utilizados por el entonces jefe de la administración catalana para el referéndum fueron desviados y malversados. Algunos de los compañeros de Carles Puigdemont se entregaron a los tribunales españoles y fueron condenados por sedición, mientras que el propio líder y varios más siguen huidos. Los jueces españoles emitieron órdenes internacionales de arresto y Puigdemont fue detenido brevemente en Alemania e Italia, pero no fue extraditado, ya que los delitos de los que se le acusaba no existían en esos países.

Largo tira y afloja judicial

En 2019, Puigdemont, que vive en Waterloo, cerca de Bruselas, fue elegido diputado al Parlamento Europeo. Hubo un largo tira y afloja con el Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre si se debía permitirle tomar posesión de su escaño. Al final, el Tribunal de Justicia Europeo dijo que sí, aunque, tras años de trámites, el catalán fue finalmente desposeído de la inmunidad asociada al mandato.

Puigdemont, diputado

En las elecciones al Parlamento regional de Cataluña celebradas en febrero de 2024, Puigdemont se presentó como candidato desde su autoexilio en Bélgica. Obtuvo un escaño, pero su partido Junts no pudo formar una coalición de partidos separatistas en Cataluña por primera vez en veinte años.

En mayo entró en vigor en España una polémica ley de amnistía, que pone fin al procesamiento de Carles Puigdemont por rebelión y sedición. Pero, según el Tribunal Supremo español, esa amnistía no se aplica a la orden de detención por malversación de fondos públicos, por lo que ésta podía haberse ejecutado durante la vuelta de Puigdemont.

Los separatistas ya no llevan la voz cantante en Barcelona

De haber sido detenido, aumentaría la presión sobre el Gobierno central español. El presidente Pedro Sánchez, socialista, solo puede mantenerse en el poder con la ayuda de pequeños partidos catalanes, entre ellos el de Puigdemont, porque no tiene mayoría propia en el Parlamento.

Antes de su comparecencia en Barcelona, Carles Puigdemont intentó presentar todo el asunto como una prueba para la democracia y el Estado de Derecho en España, y manisfestó sus dudas de que el Gobierno central español y el poder judicial respeten sus supuestos derechos como diputado regional.

El nuevo presidente regional socialista de Cataluña es Salvador Illa. Empujado por  su socio de coaliciónERC,   Illa ya ha negociado nuevas concesiones con el Gobierno central de Madrid. Por ejemplo, Cataluña tendrá su propio sistema fiscal y más dinero para promover la lengua catalana.

El apoyo a Junts y a Carles Puigdemont se está desmoronando. Sin embargo, este hombre de 61 años volvió a ser noticia con su regreso. "El regreso de Puigdemont no es el de un líder victorioso, sino el de un líder político cuyo apoyo está menguando", explicó Joan Rodríguez Teruel, catedrático de Ciencia Política de la Universidad de Valencia, al estudio de la cadena de TV alemana ARD, en Madrid.

(ms/ers)