Tayikos enfrentan discriminación tras atentado de Moscú
27 de marzo de 2024"¿Es usted tayiko? Si lo es, cancele el viaje". Esta era la frase habitual que muchos taxistas recibían de posibles clientes tras el atentado terrorista del pasado viernes (22.03.2024) en la sala de conciertos Crocus City Hall, en los suburbios de la capital rusa.
Hasta la fecha han muerto 139 personas, tiroteadas a quemarropa o asfixiadas por el humo cuando los terroristas prendieron fuego al mencionado lugar.
Esta semana, el Tribunal de Distrito de Basmanny, de Moscú, detuvo a ocho personas -siete de ellas de origen tayiko- sospechosas de cometer y ser cómplices del mayor atentado terrorista que Rusia ha presenciado en las últimas décadas.
Mientras Rusia señala con el dedo a Ucrania, el Estado Islámico reivindicó la autoría del atentado y difundió imágenes de la matanza grabadas con cámaras corporales.
De xenofobia y otros demonios
La nacionalidad de los sospechosos suscitó un debate hostil sobre el endurecimiento de las leyes migratorias por parte de funcionarios políticos rusos, así como provocó un aumento de la xenofobia contra la comunidad centroasiática que trabaja y vive en Rusia, en particular los nacionales tayikos.
Tras el magno atentado, así como estallidos sociales a raíz del mismo se percibe un auge de la xenofobia. Los migrantes centroasiáticos son los que directamente la sufren. La diáspora tayika que vive Rusia aconsejó a su comunidad a no salir por la noche de sus casas, según informa el medio ruso Baza.
Además, otras naciones de Asia Central, como Kirguistán, han advertido a sus ciudadanos de que no viajen a Rusia. Aunque la xenofobia ha sido tradicionalmente una gran amenaza para las comunidades centroasiáticas en Rusia, muchos tayikos que viven allí, dijeron a DW que luego del atentado, temen que la situación empeore cada día que pasa.
Tayikos, comunidad perseguida y rechazada
Alisher, un trabajador de seguridad contra incendios de Tayikistán, que ahora vive en San Petersburgo, señaló que después del ataque terrorista se le han acercado varios "extraños" por la calle. "Una vez me preguntaron por mi origen étnico y si apoyaba a los terroristas. Les dije que soy un ciudadano ruso sin acento y me dejaron en paz. Yo estoy aquí legalmente, pero los que están aquí sin papeles temen ser deportados", acotó.
Algunos canales rusos de extrema derecha y pro-guerra en Telegram se han inundado de mensajes vengativos que incitan a la violencia contra esta comunidad étnica y sugieren la deportación de los migrantes centroasiáticos, en muchos casos incluso de familias enteras.
Antes del ataque a la sala de conciertos Crocus City Hall, Abdullo, vendedor de fruta en uno de los mercados de Moscú, detalló a DW que de vez en cuando recibía mensajes xenófobos en las redes sociales, pero después del viernes pasado, los mensajes de odio se volvieron más intensos: "Intentan amenazarme en Internet para que abandone Rusia. Pero no me lo planteo porque no puedo ganarme bien la vida en Tayikistán", apuntó.
Los abusos verbales contra los centroasiáticos también se han traducido en violencia física. En Blagoveshchensk, en la región rusa del Extremo Oriente, se incendió una cafetería regentada por ciudadanos tayikos.
En otro incidente, en Kaluga, ciudad situada a 200 kilómetros de Moscú, unos desconocidos golpearon a tres ciudadanos tayikos.
Controles policiales y detenciones ilegales
Mientras tanto, desde el pasado sábado, un grupo de personas recién llegadas a Rusia provenientes de Kirguistán permanecen retenidas en el aeropuerto para ser controladas. En este sentido, la agencia estatal rusa de noticias RIA Novosti afirma que el control sobre los inmigrantes que llegan puede restringirse.
Y todo indica que, además, la discriminación étnica no es solo de carácter interno. El medio de comunicación independiente ruso Mediazona informó que en los dos días posteriores al atentado, varios grupos de defensa de los derechos de estas comunidades étnicas recibieron más de 2.500 denuncias de inmigrantes centroasiáticos sobre controles policiales y detenciones ilegales; al parecer, decenas de ellos han sido objeto de tortura y deportación.
Tras la tragedia, políticos rusos han presionado para que se restrinja la entrada y se controle digitalmente a los migrantes.
"Los sospechosos de los que informan los medios de comunicación son inmigrantes. Y esto plantea el problema de la política migratoria. El fenómeno no es nuevo. La información sobre delitos cometidos por migrantes aparece a diario en los diferentes medios de comunicación rusos", escribió el domingo en su canal de Telegram Sergei Aksenov, jefe de gobierno de la República de Crimea, anexionada a Rusia.
¿Cuál es el futuro de los inmigrantes centroasiáticos en Rusia?
Temur Umarov, investigador del Carnegie Russia Eurasia Centre, declaró a DW que, aunque Moscú quiere mantener buenas relaciones con su viejo aliado Tayikistán, tampoco puede ignorar a la indignada opinión pública rusa.
Por eso Putin insiste en que los terroristas no tienen nacionalidad, pero eso no significa que la sociedad proyecte esa misma actitud: "El gobierno ruso tiene que demostrar que se está ocupando de ese problema, ya que algunas personas no establecerán diferencias entre los islamistas radicales y los emigrantes laborales y presionarán al gobierno para que este limite el número de esos emigrantes", explicó el analista.
Aunque Umarov cree que el ataque afectará a los inmigrantes tanto en los aspectos legales como en la vida cotidiana, el experto duda que el gobierno ruso pueda permitirse cortar los flujos migratorios, ya que la economía rusa depende en gran medida de la mano de obra centroasiática.
"No creo que sea posible cambiar esta situación porque no hay suficientes rusos de cierta edad que puedan sustituir a 5-6 millones de emigrantes al año, teniendo en cuenta que la situación demográfica está empeorando. Sería un milagro que Rusia pudiera echar a los emigrantes y sustituirlos por rusos", concluyó Umarov.
*(Los nombres de los ciudadanos tayikos entrevistados para este artículo han sido modificados para proteger su identidad).
(yv/vt)