1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

La caída de Jan Ullrich

4 de julio de 2002

Una prueba positiva de dopaje amenaza la carrera del mayor astro del ciclismo alemán. Jan Ullrich ha sido provisionalmente suspendido por su equipo, Telekom, a la espera del resultado de un segundo análisis.

https://p.dw.com/p/2Soo
Jan Ullrich, durante el Tour de Francia, el año pasado.Imagen: AP

La historia del dopaje es tan antigua como la de las competencias deportivas. En especial tratándose de los grandes eventos ciclísticos, como el Tour de Francia o el Giro de Italia, que exigen el máximo de rendimiento físico. A dos días de iniciarse la tradicional vuelta gala, el ciclismo ya tiene su nuevo escándalo. Jahn Ullrich, elegido el deportista del año en Alemania en 1997, se encuentra bajo sospecha de haber consumido anfetaminas.

Lo curioso del asunto es que el ciclista se encuentra en una fase de rehabilitación, tras haberse sometido a una operación de la rodilla. La lesión lo mantiene fuera de las pistas desde hace un tiempo y le había obligado a cancelar su participación en el Tour de Francia de este año. De resultar positiva una segunda prueba, corre ahora el peligro de enfrentar un proceso disciplinario que podría culminar con una multa y una suspensión de seis meses. Y, lo más grave: podría ser expulsado definitivamente del equipo auspiciado por la Telekom, que mantiene una política de nula tolerancia con el consumo de drogas.

Un ídolo en entredicho

Las repercusiones de este escándalo en ciernes no son pocas para el deporte germano. La estrella de Ullrich comenzó a brillar en 1997, cuando se convirtió en el primer alemán en ganar el Tour de Francia.

Eran momentos en que ya estaban en declive los grandes ases del tenis germano, como Boris Becker y Steffi Graf, y se buscaba una nueva figura de identificación para la juventud. El joven ciclista encarnó entonces la imagen del deportista triunfador, que refrendó luego, al ganar la vuelta a España en 1999, y la carrera por las calles de Sydney, en las Olimpíadas del 2000.

Luego tuvo que conformarse con segundos puestos y comenzaron los problemas: críticas, sobrepeso y dificultades con el alcohol, que lo llevaron a protagonizar en mayo de este año un accidente de automóvil, en estado de ebriedad.

Largo historial

El caso de Ullrich, ya sea que se confirme o no su ingestión de anfetaminas, vuelve a poner en primer plano el recurrente problema del uso de estimulantes en el ciclismo. El profesor Werner Franke, un experto en dopaje, de Heidelberg, denuncia una serie de prácticas delictivas, relacionadas con el tráfico de drogas, en este ámbito deportivo.

El entendido hace notar que tan solo en el Tour de 1998, plagado de escándalos, hubo 63 fallos judiciales condenatorios. "Sin embargo, las sanciones son ridículas. Un par de meses de suspensión -la mayoría de las veces fuera de temporada- no sirven como medio de disuasión", afirma Franke, subrayando que en otros deportes los reincidentes son suspendidos de por vida.

Lo cierto es que los escándalos se repiten con inquietante frecuencia. Y ha habido más de uno con consecuencias fatales. El primero se remonta al siglo XIX. En 1886, un ciclista inglés, apellidado Linton, cayó muerto en una carrera de Burdeos a París. En 1960, en una competencia por las calles de Roma, el danés Knud Jensen murió tras haber atravesado la meta. Fue otra víctima del dopaje. Pero no la última: en 1967, el inglés Tom Simson sufrió un colapso mortal en la 14. etapa del Tour de Francia, que incluía el ascenso al Monte Ventoux, de 1912 metros de altura. En su camiseta se encontraron anfetaminas.