“Kant es el pensador de la modernidad”

El Ministro alemán de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer viaja hoy a Kaliningrado, en donde el jueves inagurará el primer consulado alemán en esa ciudad rusa. Kaliningrado, antiguo enclave prusiano de "Königsberg", es la ciudad natal de Immanuel Kant, de cuya muerte se cumplen 200 años el 12 de febrero. El pensamiento de Kant sobre un mundo en el que prima la razón y una paz que debe ser conquistada, sigue siendo actual, y cobra relevancia, según Fischer, en el marco político europeo actual.

DW-TV: Pronto se cumplen 200 años de la muerte del filósofo Immanuel Kant. ¿Qué significa Kant para Usted?

Joschka Fischer: Es uno de los más filósofos más importantes. He leído todas sus grandes obras, y pienso que la influencia de uno de sus escritos, como lo es "La paz perpetua", vuelve a situarse justamente en el centro del debate actual. Y las ideas de Kant, también su Crítica a la Razón Práctica, su Ética, el Imperativo Categórico, así como su Crítica de la Razón Pura, son obras de significado perdurable en el pensamiento occidental. Va más allá de los países de habla germana.

Usted mencionó los escritos sobre la paz perpetua. Con respecto al concepto de un gobierno mundial, que Kant esboza allí: ¿Es la ONU un producto del pensamiento kantiano?

Creo que Kant es decididamente el pensador de la modernidad y, si bien él no pensó acerca de un organismo como la ONU, sí sacó conclusiones, y esos textos son de un valor imperecedero. Sí, en la ONU hay mucho del pensamiento de Kant. Si bien en "La paz perpetua" no se encuentran referencia a un organismo como la ONU, el espíritu del texto está impregnado de tal idea.

¿Cuáles son las máximas en la estructura de pensamiento de Kant que contienen lineamientos concretos sobre la acción para un político de hoy?

Lo más importante no es la metafísica sobre las costumbres, sino el apostar por la razón, el mirar el mundo desde la sensatez y, al mismo tiempo, conocer los límites de la razón. Kant refirió la razón al mundo de las apariencias, y definió el más allá de ese mundo como la cosa en sí, y al mundo como una manifestación en la que prima la razón. Creo que esto es lo decisivo, de lo cual un político puede aprender mucho. La condición para un mundo razonable es el fundamento moral, sin dudas. Esto juega un papel central. El mundo como un mundo razonable: Para mí es éste el punto decisivo, también para conocer los límites de la razón, los que un político debe conocer. Porque también existe un más allá de la razón, y también tenemos que contar con ello.

También se refirió al "Imperativo Categórico" de Kant. ¿Qué lectura hace de la Ética kantiana? ¿Es más bien una ética de principios o se puede deducir de ella una ética de la responsabilidad?

No veo que en ella se de contradicción alguna. Pienso que se necesitan principios morales, pero lo decisivo es cómo se actúa. Kant define la metafísica de las costumbres basándose en la razón práctica, y no en la teórica. Tal vez sea bueno tener a Kant de un lado y a Nietzsche del otro, porque sólo así resulta claro dónde están los límites del pensamiento kantiano, y sobre todo, y necesariamente también, dónde reside lo peligroso de transgredir este pensamiento. Pero, naturalmente, se pueden hacer las dos cosas, especialmente si contemplamos la historia del pensamiento alemán, y también el pasado político en los siglos XIX y XX. Si uno quiere responder a estos interrogantes, el pensamiento de Kant y el de Nietzsche van de la mano. Cuanto más edad tengo, más me alejo de Hegel, y hasta de Nietzsche, y vuelvo a Kant.