Juegos Olímpicos de invierno en Turín
10 de febrero de 2006
Con entusiasmo, suspensiones y temor se inauguró este viernes 10 de febrero la vigésima Olimpíada de invierno en Italia. Huéspedes de todo el mundo, muchos prominentes y un total de 35.000 espectadores asistirán durante dos semanas a los juegos de 2.500 deportistas activos de 82 países.
El presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi, dijo al periódico deportivo Gazzeta: “Todos los aficionados al deporte en el mundo miran hoy hacia Turín. Los deportes de invierno son fascinantes y educan hacia una disciplina severa”.
La canciller alemana, Angela Merkel, escribió una carta al equipo alemán expresando su apoyo para la olimpíada de Turín y deseándole éxito y la suerte necesaria en las competiciones. “Los JJ.OO. son mucho más que competencias deportivas”, dijo Merkel. “Por eso les pido que, como embajadores de nuestro país, transmitan el pensamiento de unidad entre las naciones y transporten la camaradería más allá de las competiciones”.
Atletas suspendidos
Poco antes de inaugurarse la Olimpíada, no faltaron los escándalos por dopaje. La Comisión Antidoping del Comité Olímpico Internacional informó que, después de analizar por sorpresa la sangre de cien deportistas, se descubrió la droga ilegal eritropoietin en la sangre de algunos atletas. El Comité lo desmintió, si bien ocho esquiadores de fondo habían sido suspendidos por la gran cantidad de hemoglobina en la sangre, supuestamente provocada por esa droga.
Evi Sachenbacher-Stehle, ganadora de los Juegos Olímpicos de 2002, fue suspendida por cinco días debido a la elevada cantidad de hemoglobina en su sangre, es decir que no participará en la carrera de 15 kilómetros de esquí de fondo el próximo domingo.
Atletas lesionados
Entre algunos de los deportistas alemanes que no pueden participar por razones de salud, está Axel Teichmann, campeón mundial de esquí de fondo en 2003, por una reciente operación de muslo. Teichmann está decepcionado por la suerte que le volvió a tocar.
El jugador nacional de jockey sobre hielo, Jochen Hecht, tampoco puede participar, por lo menos por dos semanas, por haberse lesionado la rodilla.
Christian Breuer, patinador de velocidad, tampoco puede participar por serios trastornos lumbares.
Olimpíada: fortaleza de seguridad biométrica y militar
Desde la inauguración de la olimpiada de invierno, la ciudad de Turín y la región de Piemonte parecen una zona de alta seguridad, con 15.000 policías, soldados y fuerzas de seguridad especiales. Además 950 detectores de metal buscan bombas o armas. Una cámara de video escanea a cada uno de los espectadores, registra sus datos biométricos y los compara con los datos registrados de personas buscadas internacionalmente.
La tensión ya subió antes de la inauguración: aviones militares F-16 y aviones radar AWACS patrullaban permanentemente. Además se colocaron cohetes antiaéreos contra eventuales ataques terroristas.
La recientes protestas de musulmanes contra las caricaturas publicadas acentuó la tensión en Turín. La abanderada danesa, Dorthe Holm, marchó con custodia policial. Lo mismo ocurrió con los casi cincuenta huéspedes prominentes y políticos como la esposa, Laura, y la hija, Barbara, de George W. Bush, el presidente alemán, Horst Köhler.