Joschka Fischer desafía las encuestas

DW-TV: En esta campaña electoral, las encuestas indican claramente que la coalición roji-verde está derrotada, que probablemente Ud. no vuelva a formar parte del gobierno. ¿Cómo se motiva para la campaña electoral?

Joschka Fischer: No me hace falta motivarme, pues estoy seguro de que las encuestas - entretanto se puede hablar de una "industria de encuestas"- aún no reflejan los datos reales de la jornada electoral, sino cifras que están en el aire. Los alemanes se decidirán dos o tres semanas antes de las elecciones. Aún no se han decidido, por el contrario. Además, gracias a la ayuda activa de la candidata a canciller (la conservadora Angela Merkel) y su partido, la opinión pública está dando un giro. Lo único que puedo decir es que la lucha electoral hasta ahora ha demostrado que la situación cambia y que seguiremos haciéndola cambiar. En 2002 también se había pronosticado nuestra derrota y como puede ver, soy experto en sobrevivir a esos pronósticos.

¿Le disgusta que haya dirigentes socialdemócratas que no hace mucho tiempo dijeran que la alianza roji-verde no era un proyecto sino una coalición que nació en un momento inoportuno?

El canciller lo aclaró y conozco su posición. De hecho no es correcto, pues emprendimos reformas que debían haberse aprobado ya en los ´90. Practicamos una política de paz a conciencia. Contribuimos de manera importante a la unidad europea durante la presidencia de turno alemana. Al mismo tiempo nos enfrentamos a grandes problemas: la lucha contra el desempleo, alcanzar un grado de crecimiento mayor, también alcanzar un equilibrio generacional y reformar el sistema de salud en una sociedad cada vez más envejecida.

Todos estos son grandes desafíos, como también el reforzar la capacidad competitiva bajo las condiciones que impone la globalización. Grandes desafíos que estamos dispuestos a enfrentar. Lo hemos hecho en el pasado, por eso no veo ningún momento inoportuno.

Inoportuna es más bien la Sra. Merkel, al decir que hay que darle prioridad al trabajo, pero en realidad lo que hace es entorpecerlo y poner la marcha atrás. Lo primero que dijo fue que volvería a la energía atómica y echaría atrás el fomento de las energías renovables.

Esto le ha valido incluso críticas del Deutsche Bank. Nunca había visto algo parecido.

Volvamos a las encuestas y a su situación personal actual. Para mantenerse en el poder, la coalición roji-verde necesita otro socio. ¿Quién podría ser, la nueva Izquierda/PDS, o aspira en secreto a formar alianza con los liberales?

Luchamos constantemente para renovar nuestra mayoría, ¿pero cómo? A mi juicio, ni con los liberales y menos con el partido de la izquierda. Schröder y yo trabajamos con Lafontaine en el mismo gabinete, y cuando la situación se puso difícil, cuando éste era ministro de Finanzas y tenía que enfrentarse a un proyecto presupuestario que no podía equilibrar - el del año 2000- entonces renunció. Gysi, como ministro de economía de Berlín, tiró la toalla. Sus actuales promesas son meras palabras.

Uno de los puntos claves de la política exterior roji-verde es que Alemania consiga un puesto permanente en el Consejo de Seguridad, una aspiración que parece fracasada, pues China y Estados Unidos se oponen. ¿Cometió errores la diplomacia alemana?

No, no lo veo así. El tema no lo impusimos nosotros, sino que el debate sobre la reforma comenzó cuando, tras la crisis de Irak, Kofi Annan señaló que la ONU es imprescindible, pero debe ser renovada. (...) No comparto su opinión de que el asunto se ha acabado. Se requerirá más tiempo de lo que algunos pensaban, pero considero erróneo hablar de un fracaso. Si queremos paz y estabilidad, es imprescindible una ONU reformada. Y será precisamente Estados Unidos el que más se beneficiará de una ONU eficaz.

Ud. aboga con vehemencia porque Turquía se incorpore algún día a la Unión Europea. ¿Logrará convencer a la gente de tal propósito en la campaña?

Una política responsable debe tener la fuerza necesaria para intentar convencer a la ciudadanía, aunque muchos opinen diferente, de lo que considera correcto. En aras de la paz y la seguridad. (...) Nadie dice que Turquía debe ingresar a corto plazo. Nadie dice que pueda reclamar un automatismo para la adhesión. Habrá que tomar la verdadera decisión dentro de una década, una década y media, o dos, cuando tengamos ante nosotros una Turquía en condiciones de adherirse. Pero el camino hacia allá corresponde a nuestros intereses. Se trata de nuestra seguridad y eso es lo que trato de explicar a la gente. Ya no nos vemos amenazados por tanques emplazados en el este, sino por el terrorismo, la carrera armamentista nuclear; son peligros que provienen de esa región y lo decisivo para nuestra seguridad es si el Islam, los derechos humanos, los derechos de la mujer, la democracia, la independencia de la Justicia, son conciliables, si el Islam combina con una sociedad civil fuerte y una economía de mercado.

¿Seguirá en la política, independientemente del resultado de las elecciones?

Si. Soy candidato a un escaño parlamentario y lo asumiré de todos modos. Pero no lucho por formar parte de la oposición, sino por nuestra mayoría. Quisiera que siguiéramos gobernando este país.