Jerusalén: reapertura parcial de la Explanada de las Mezquitas
30 de octubre de 2014El atentado contra un activista judío y la muerte a tiros por la policía de su supuesto agresor palestino desataron hoy (30.10.2014) nuevos episodios de violencia en Jerusalén, que obligaron a las autoridades a cerrar por unas horas la Explanada de las Mezquitas para evitar disturbios. En Abu Tor, palestinos lanzaron piedras y artefactos explosivos contra la policía, después de que las fuerzas de seguridad abatieran poco antes en ese barrio a un palestino que el ala armada de la Yihad Islámica, las Brigadas de Al Quds, identificó como uno de sus miembros, Mutaz Hijari, de 32 años.
Las fuerzas policiales rodearon su casa y respondieron a los disparos lanzados desde allí, informó el portavoz de la policía israelí, Micky Rosenfeld. El sospechoso murió en el acto y su arma fue confiscada, añadió el diario Jerusalen Post. El palestino era buscado por el atentado cometido en la noche del miércoles contra el judío Jeduha Glick, de 48 años, un conocido activista y rabino que abogaba por que los judíos no solo puedan visitar la Explanada, sino que puedan rezar y celebrar oficios religiosos en ella, y no solo en la zona del Muro de las Lamentaciones que se les reserva.
El estado de Glick es grave, pero estable, informaron hoy medios israelíes. Según el hospital de Jerusalén Shaare Zedek, donde está siendo tratado, resultó herido de bala en el cuello, el pecho, el abdomen y la mano. Rosenfeld decidió cerrar entonces la Explanada de las Mezquitas tanto para judíos y para musulmanes, algo que no pasaba desde hacía años, por miedo a que se extienda la violencia. Las fuerzas de seguridad se concentraron en el lugar y también se reforzó la vigilancia en toda la ciudad. Más tarde fue nuevamente abierta.
Abbas habla de "declaración de guerra"
La Explanada de las Mezquitas en la Ciudad Vieja es uno de los lugares más controvertidos en el mundo y uno de los sitios más sagrados para judíos y musulmanes. Pero solo se le permite rezar a allí a los musulmanes, mientras los judíos tienen reservada una parte del Muro de las Lamentaciones. La policía israelí teme posibles actos de venganza de los judíos radicales, pero también enfrentamientos con los palestinos. Precisamente, activistas judíos de derecha radical convocaron una marcha hacia la Explanada. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que ordenó medidas para garantizar la seguridad en Jerusalén y el estatus quo de los lugares santos. Primero es necesario "apagar las llamas", señaló. "Nadie debe tomarse la justicia por su mano".
El portavoz del presidente palestino, Mahmud Abbas, señaló, por su parte, que las acciones de Israel en Jerusalén Este "equivalen a una declaración de guerra contra el pueblo palestino y sus lugares sagrados, así como contra las naciones árabes e islámicas". "Consideramos al Gobierno israelí responsable de la peligrosa escalada en la ciudad ocupada de Jerusalén, que alcanzó el punto álgido con el cierre de la Mezquita de Al Aqsa en la mañana del jueves", dijo Nabil Abu Rudeineh en un comunicado que publica la agencia de noticias oficial Wafa.
MS (dpa/rtrla/efe)