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Italia es una fiesta

Pablo Kummetz/Agencias10 de julio de 2006

El avión chárter que transportó a la selección italiana de fútbol campeona del mundo aterrizó en el aeropuerto militar romano de 'Pratica Di Mare', donde fue recibida apoteósicamente.

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La Copa llega a Roma.Imagen: AP

El avión en que viajaron los 'azzurri' y sus familiares, un Airbus 320 procedente de Düsseldorf y que llevaba pintado para la ocasión una de las escenas del mundial, fue escoltado durante buena parte de su llegada al espacio aéreo romano por la patrulla acrobática militar de las 'Flechas Tricolores'.

Fans springen spontan in den Trevi-Brunnen
La fuente de Trevi: un mar de banderas tricolores.Imagen: picture-alliance

La escuadra realizó en el cielo una serie de acrobacias especialmente creadas en honor de los campeones del mundo, despidiendo humos verde, blanco y rojo, los colores de la bandera italiana.

La Copa al cielo

Una vez aterrizado, el primero en aparecer por la puerta del avión fue el capitán Fabio

Cannavaro, que alzó la dorada Copa del Mundo al cielo de Roma, en medio de una multitud de italianos que habían acudido a recibirlos.

Tras Cannavaro apareció el seleccionador Marcello Lippi, seguido del jefe de la delegación, Gianmarco Abete. Al pie de la escalerilla, los esperaban entre otros, el alcalde de Roma, Walter Veltroni,

La expedición "azzurra" se trasladó luego al "Palazzo Chigi", sede de la presidencia del Gobierno Italiano, donde fue recibida por el primer ministro, Romano Prodi.

Fútbol y circo

En la plaza donde se ubica el edificio se encontraban desde hace varias horas centenares de aficionados esperando la presencia de los nuevos campeones del mundo.

Después, en autobuses descubiertos, los jugadores y técnicos, recorrieron varias calles del centro de Roma, hasta acabar en el Circo Máximo, antaño escenario de luchas entre gladiadores y fieras.

Hoy, es el lugar de la gran celebración en honor del nuevo campeón del mundo, con la desbordante presencia de casi un millón de personas llegadas desde distintos puntos del país.

¿Qué le dijo?

La gran duda que queda en medio de estos festejos es qué le dijo el defensa Marco Materazzi a Zinedine Zidane, para que éste perdiera el control y le encajara un golpe en el pecho con la cabeza.

Por lo pronto, Materazzi ha desmentido haberlo tratado de "terrorista islámico". "Soy ignorante, no sé qué un terrorista ni qué es islámico", dicen agencias refiriéndose a las primeras declaraciones de Materazzi en Roma, lo cual no habla muy a favor del defensa.

Parece que el incidente va a tener segundas partes. La organización SOS Racismo pidió el lunes a la FIFA que investigue las circunstancias que rodearon la expulsión del francés.

"Si es cierto que Materazzi lo llamó 'sucio terrorista', como se comenta en círculos futbolísticos, ello violaría flagrantemente la consiga de la propia FIFA, 'contra el racismo', a la que se recurrió tanto durante el Mundial", agregó SOS Racismo.