1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Irak: la violencia dicta la pauta

ers7 de julio de 2004

Mientras el gobierno de Irak da curso a leyes de excepción para combatir la violencia que sigue campeando en el país, organizaciones humanitarias apelan a Alemania para que no se expulse a refugiados iraquíes y afganos.

https://p.dw.com/p/5I32
Un iraquí herido en Bagdad.Imagen: AP

En el plano internacional, la situación de Irak va camino hacia la normalización. El Fondo Monetario Internacional reconoció hoy, formalmente, al gobierno provisional iraquí, lo cual es más que un simple gesto. La medida allana el camino para un programa de créditos, en virtud del cual podría concederse al país un préstamo de 850 millones de dólares, como ayuda de emergencia para la reconstrucción. Son buenas noticias para Bagdad donde, sin embargo, la violencia sigue a la orden del día y nada apunta hacia un pronto retorno a la "normalidad". La realidad queda documentada en las leyes de excepción que dictó este miércoles el primer ministro Iyad Allawi, las cuales le permitirán declarar el estado de guerra en las regiones convulsionadas.

Este paso, por demás lógico, no fue fácil de tomar desde el punto de vista político. Sobre todo porque el gobierno intenta conquistar la adhesión del pueblo y demostrar que se ha iniciado una nueva era democrática, lo cual no se ve precisamente favorecido por la adopción de medidas dirigidas a restringir derechos ciudadanos. Pero difícilmente pueda hablarse de un nuevo comienzo real mientras no se restablezca la seguridad.

Defensa de los refugiados

Ante este telón de fondo, Amnistía Internacional y el Alto Comisionado de la ONU para Refugiados (ACNUR), solicitó a Alemania que no se lleven a cabo expulsiones de refugiados procedentes de países inestables, como Irak, Afganistán y otros.

Con motivo de una conferencia de los ministros del Interior de los diversos estados federados, dedicada principalmente a debatir sobre la forma de combatir más eficazmente la amenaza terrorista, las citadas organizaciones hicieron notar que si los refugiados son obligados a regresar a su lugar de origen, podría verse en peligro su integridad física o incluso su vida.

Convención contra la tortura

Por otra parte, Amnistía Internacional exhortó a la los ministros del Interior germanos a aprobar el protocolo complementario de la convención de las Naciones Unidas contra la tortura. A juicio de la organización, la resistencia a la aplicación de dicho protocolo complementario perjudica la credibilidad de Alemania y dificulta la prevención de violaciones de los derechos humanos.

El representante de ACNUR en Alemania, Stefan Berglund, apeló por su parte a permitir la permanencia de refugiados procedentes de Afganistán, subrayando que en muchos lugares de ese país no ha mejorado la situación en materia de seguridad. Y lo que vale para Afganistán sin duda es aplicable también al caso de Irak, como lo demuestran a diario los hechos.