El refugiado afgano Mohammadi llegó hace tres años a Alemania. Rápidamente aprendió alemán, sacó un título escolar y comenzó una formación de cocinero. Pero con lo que gana de aprendiz no le alcanza para vivir bien. Por eso pidió la ayuda que el Estado brinda a los aprendices. Pero se la denegaron porque, según la ley alemana, solo puede obtenerla después de haber pasado cuatro años en Alemania.