¿Inclinarán Los Verdes la balanza en Alemania?

Joschka Fischer, tradicional líder de los ecologistas alemanes, aspira desde luego a seguir ejerciendo como ministro de Relaciones Exteriores. Pero no bajo un gobierno dirigido por la jefa de la Unión Cristianodemócrata (CDU). Según afirmó tras una reunión de la cúpula de su partido, no se plantea para él la cuestión de si participaría en un gabinete encabezado por Angela Merkel, ya que "ella no será canciller". Además, puntualizó que no se puede hacer campaña contra una política de "frialdad social" y retroceso ecológico, para luego hacer algo completamente diferente tras las elecciones.

Diálogo de escasas perspectivas

Las palabras de Fischer fueron pronunciadas a título personal, pero no dejan de tener gran peso en el partido. Los Verdes, en principio, se han mostrado abiertos a conversar con todos, aunque consideran extremadamente difícil llegar a un acuerdo con la CDU. Jürgen Trittin, actual ministro del Medioambiente, subrayó en este contexto que "nosotros anteponemos los contenidos a las aspiraciones de poder". Otra destacada figura de Los Verdes, la ministra de Agricultura y Protección al Consumidor, Renate Künast, señaló que quizá los ligue a la CDU "lo tradicional y conservador que subyace en los orígenes de la protección del medioambiente", pero subrayó que "en muchos otros puntos nos hemos peleado en forma".

Angela Merkel sólo tiene, de momento, dos opciones para conseguir una mayoría que le permita gobernar: o una coalición con la socialdemocracia, que Gerhard Schröder ha descartado si no es él quien la encabeza, o una alianza con liberales y verdes. Y tal como están las cosas, la segunda se perfilaría como menos dolorosa para la dirigente conservadora, aunque por cierto no menos difícil de llevar a la práctica.

Sondeos a diestra y siniestra

Por el momento, Angela Merkel se propone iniciar las conversaciones por el lado fácil, es decir, con los liberales del FDP, que ya a priori le declararon fidelidad a toda prueba. El presidente de ese partido, Guido Westerwelle, reiteró tras los comicios que no formará, por ningún motivo, coalición con el SPD y Los Verdes, ya que su propósito es inducir un cambio de gobierno.

Schröder no podría, en consecuencia, contar con que el voto liberal le ayude a mantenerse en el poder. Pese a ello, tampoco él pierde las esperanzas de encabezar el nuevo gobierno, como volvió a subrayarlo este lunes en una reunión con sus correligionarios. De hecho, también el SPD envió hoy cartas invitando a sondeos preliminares a los demás partidos, con exclusión de la nueva Izquierda, a la que nadie admite como interlocutor en este complejo carrusel político que ya ha comenzado a girar y amenaza con marear al país entero.