Huracán mortal en el Caribe

En el sudeste de Cuba y en Haití Dennis mató a 32 personas. La tormenta se debilitó al cruzar Cuba, y de ser un feroz huracán de la categoría 4, en la escala de 5 niveles Saffir-Simpson, pasó a una menos intensa categoría 2, aunque sus vientos de 180 kilómetros por hora aún se sienten en las calles de la capital cubana, donde muchos ciudadanos viven en antiguas casas coloniales. Muchos árboles fueron literalmente arrancados del suelo. Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, Dennis -el huracán más fuerte que se registró a tan poco de comenzar la temporada atlántica de tormentas- se fortalecerá nuevamente en el correr del fin de semana cuando vuelva a emerger sobre las cálidas aguas abiertas y salte al sur de los Cayos de Florida.

Miles de turistas y residentes fueron evacuados de la vulnerable cadena de islas del extremo sur de la península de Florida, mientras que muchos más se preparaban para dejar sus hogares junto a la costa estadounidense del Golfo de México, donde se espera que Dennis llegue el domingo al anochecer. La producción de petróleo y gas natural fue también interrumpida, ya que las plataformas de la costa estadounidense del golfo, de donde se extrae la cuarta parte del crudo y el gas norteamericanos, fueron evacuadas por las compañías energéticas. Las autoridades cubanas evacuaron a más de 600.000 personas en diferentes partes del país mientras Dennis se acercaba a la ciudad austral de Cienfuegos. Las medidas, que normalmente logran evitar muertes por huracanes, no pudieron impedir el fallecimiento de 10 personas el jueves por la noche. El presidente cubano, Fidel Castro, dijo que la mayoría de las víctimas murió por el colapso de casas en dos pueblos costeros de la provincia oriental de Granma.