1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Hoechst AG: final de una historia

JAG23 de diciembre de 2004

La compañía química Höchst AG cierra definitivamente sus puertas tras una historia de 140 años. La empresa participó en la historia reciente de Alemania y termina sus días en manos de Aventis.

https://p.dw.com/p/62Mb
Aventis sustituye a Hoechst con nuevo nombre y nuevo emplazamiento.Imagen: AP


Fue una agonía lenta. Tras 141 años de historia, la empresa de Fráncfort Hoechst AG cerró el balance final. En la última asamblea general, los accionistas de la compañía vendieron el 1,9% restante que pasó a manos del consorcio farmacéutico Adventis.

Una parte de la ciudad

En la ciudad de Fráncfort era considerada como un distrito de la ciudad. Varias generaciones crecieron a la sombra de la empresa en el barrio homónimo e hicieron de ella su medio de vida. Para los que todavía viven allá, la venta no supone un gran problema. Contando con la retirada de la empresa se implantó el nuevo parque industrial Hoechst que ya cuenta con 80 empresas instaladas y 22.000 empleados. Con el nuevo parque se abrió una opción de vida para los nostálgicos.

Gasalarm bei Höchst
El Parque Industrial de Hoechst sustituye a la empresa como motor económico del distrito.Imagen: AP

Pero la empresa siempre quedará en el recuerdo. Hoechst AG siempre participo en la vida ciudadana del barrio con donaciones para asociaciones, iglesias y el castillo de Hoechst. Para seguir en su línea, el nuevo parque industrial retomó también la política social de la empresa con su entorno.

Siguiendo la historia del siglo XX

La empresa fue fundada en 1863 por el químico Eugen Lucius junto con los comerciantes Wilhelm Meister y August Müller. La producción inicial estaba limitada a colorantes para la industria textil. Así nació el apodo que los habitantes daban a la empresa, “la fábrica roja”. Los empleados tuvieron desde el principio una relación muy especial con la compañía que participó en la vida construyendo piscinas para el distrito, casas y viviendas.

Los malos tiempos comenzaron en 1925 cuando las grandes químicas alemanas fueron reestructuradas en IG Farbeninsdustrie. Tras la II Guerra Mundial, este grupo fue acusado de apoyo al régimen de Hitler y producir gas venenoso. Posteriormente, la fábrica continúo su andadura como la fábrica de colorantes Hoechst AG y en los buenos años de la posguerra experimentó un floreciente crecimiento.

Crisis de un símbolo

Al llegar los años noventa todo se tornó distinto para la empresa. Se produjeron numerosos incidentes que intranquilizaron a la población y hacían temer por el cierre de la fábrica. Hace 10 años comenzó la reestructuración del consorcio. Jürgen Dorman tomó el mando de la empresa convirtiéndose así en el primer dirigente sin formación como químico. Durante su mandato, el consorcio estadounidense Marion Merell absorbió la empresa y posteriormente se procedió a dividirla según los distintos sectores productivos como farmacia y productos veterinarios o agrícolas.

Por último fue Rhone-Poulenc la propietaria de la histórica compañía a la que renombró como Aventis. La central se trasladó a Estrasburgo y así acabó finalmente la historia de Hoechst AG. Como epitafio sólo quedó un holding bursátil destinado a la administración de las acciones. Tras la venta de las participaciones, ya no queda nada de Hoechst AG. Toda una historia se resumió en los 56,6 euros de finiquito que quedaron para los accionistas.