En la edad media Goslar fue mucho tiempo una ciudad imperial preferida por los emperadores. Desde 1992 el casco antiguo de la ciudad es Patrimonio Cultural de la Humanidad. Dos tercios de los edificios están bajo la protección de monumentos. Los ornamentos de sus fachadas denotan la posición social y la riqueza de sus antiguos dueños. En el corazón medieval de la ciudad se pueden apreciar 1500 casas de paredes entramadas en apenas un kilómetro cuadrado. La ciudad debe su ascenso y riqueza a una veta de mena que se descubrió en el monte de Rammelsberg, ubicado a dos kilómetros de Goslar. La antigua mina cerró recién en 1988. Hoy es museo y patrimonio cultural. En la exposición se puede apreciar entre otras cosas una escultura del artista estadounidense John Chamberlain. Esta pieza muestra al caballo del Caballero Ramm, que según la leyenda desenterró con sus cascos la veta metalífera. En honor a este caballero la montaña lleva el nombre de "Rammelsberg". En Goslar también hay arte moderno: El museo "Mönchehaus" muestra obras de Georg Baselitz, Joseph Beuys y Max Ernst. Además se exhiben los trabajos del ganador del "Kaiserring", un premio de reconocimento internacional que se celebra cada año en Goslar.