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COVID-19: gobierno alemán estudia limitar venta de alcohol

28 de septiembre de 2020

Los asesores de la canciller Angela Merkel prepararon un borrador con una serie de medidas para enfrentar el constante aumento de los contagios. Países Bajos también radicalizó su postura frente al COVID-19.

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Imagen: Michael Bunel/Le Pictorium/Imago Images

Este martes 29 de septiembre, la canciller Angela Merkel se reunirá con los ministros presidentes de todos los estados federados del país para analizar la actual situación del coronavirus y, eventualmente, adoptar nuevas medidas para frenar la constante alza en el número de contagios que se reportan a diario. Según información adelantada por la agencia dpa, sobre la mesa está la propuesta de limitar la venta de alcohol.

La medida afectaría a los estados más golpeados por la pandemia, y buscaría minizar los riesgos de contagio en restaurantes y bares. Se trataría de "prohibiciones temporales”, según un borrador del proyecto al que tuvo acceso la agencia de noticias dpa. En el hemisferio norte llegó el otoño, las actividades al aire libre se ven limitadas y las autoridades dan por descontado que el número de casos seguirá aumentando, debido a que los recintos cerrados se ventilan menos que en temporadas estivales.

Por eso, el gobierno quiere reforzar no solo el lavado de manos, el distanciamiento físico y el uso de mascarillas, sino también la costumbre de abrir las ventanas y ventilar habitaciones y oficinas. También busca limitar a 25 el máximo de personas que pueden reunirse en recintos cerrados, y 50 en espacios abiertos, y propone multar con 50 euros a quienes completen con datos falsos los formularios dispuestos en restaurantes para tener información de contacto en caso de que haya que rastrear a los clientes si se detecta algún contagio.

Mascarillas al aire libre

Asimismo, el documento recomienda que si los positivos superan el rango de 50 por cada 100.000 habitantes en una semana, habría que adoptar medidas más estrictas, como limitar aún más el número de personas presentes en una reunión. Incluso se baraja la posibilidad de exigir el uso de mascarilla también en los espacios abiertos. Lo que la canciller Merkel busca evitar es que las autoridades de salud se vean obligadas, nuevamente, a cerrar escuelas y guarderías.

Un escenario similar se vive en los Países Bajos, uno de los pocos de Europa que –hasta ahora– no ha impuesto restricciones más estrictas a sus ciudadanos. El primer ministro, Mark Rutte, aseguró que si bien el país lo ha hecho bien en la lucha contra la pandemia, "el virus lo ha hecho mejor”. Por eso, ante el rápido aumento de los casos, a partir de ahora en Ámsterdam, Rótterdam y La Haya se exigirá mascarilla en tiendas y locales comerciales. Asimismo, restaurantes y bares cerrarán a las 22 horas y los partidos de fútbol serán sin público. No podrá haber más de cuatro personas mayores de 13 años en reuniones privadas y se pedirá a la mayor cantidad de funcionarios que trabaje desde casa.

DZC (dpa, AFP, Der Spiegel)