Gaddafi pide la disolución de Suiza

Bayerische Rundschau, de Baviera: “El escenario de la política mundial es, con suficiente frecuencia, muy árido. Qué lindo es que algunos desquiciados líderes de este mundo aporten entonces un poquito de color al gris devenir cotidiano. Una vez más ha resultado particularmente entretenido el jefe de Estado libio, Muamar el Gaddafi. Él presentó una moción ante la ONU para que Suiza sea disuelta y repartida entre sus vecinos. La Suiza alemana pasaría a ser entonces, por así decirlo, el estado germano federal número 17. Los apreciados helvéticos naturalmente son bienvenidos en nuestro país. Pero sólo los aceptaremos si ellos mismos así lo quieren. Sin embargo, esta cuestión no ocupa a humoristas políticos ni a dictadores como Gaddafi. Pero quizá si lo haga esta pregunta: ¿Qué tal si Libia se disolviera y fuera repartida entre Argelia y Egipto?”

Suiza solitaria

Südkurier, de Constanza: “Naturalmente Gaddafi es un delirante, cuyo poder está empapado de sangre y petróleo. Un dictador como alguno que otro, cuyo dinero también está aparcado en las bóvedas de los bancos suizos. Precisamente por eso se mantiene dentro de ciertos límites la compasión por la vergonzosa situación helvética. La plena solidaridad corresponde en cambio a los dos rehenes suizos que están en manos de Libia. En el plano de la política exterior, pocas veces Suiza ha dado tumbos tan indefensa. El hecho de que el presidente se disculpe incluso por su propio Estado de derecho, que detuvo al retoño de Gaddafi, es un ingrediente más en esta comedia. Una vez más, Suiza ve que está más o menos sola a nivel internacional. Si se tratara de un miembro de la tan vilipendiada Unión Europea, es probable que Gaddafi se hubiera mordido a tiempo la lengua.”

Santa Alianza

Con respecto a los preparativos para la cumbre del G20, dedicada al tema de la crisis financiera y económica, Les Echos, de París, apunta: “¡Ésta es una santa alianza! Poco antes de la cumbre del G20, Gran Bretaña se sumó finalmente a las demandas de París y Berlín de reformar las costumbres del mundo financiero en lo tocante a los bonos. Dicho en otras palabras: en la cumbre del G20, en Pittsburgh, los europeos demandarán al unísono reglas más severas para el cálculo de los bonos de los corredores de la bolsa. Ésa es, naturalmente, una muy buena noticia, dado que la ‘inflación’ de esos bonos fue uno de los factores que indujo al sector financiero a asumir riesgos excesivos. Esta iniciativa es, al mismo tiempo, un claro éxito del tándem germano-francés.”

La crisis no ha quedado atrás

The Independent, de Londres: “Los ministros de Finanzas y los gobernantes del G20 deben tener cuidado de no caer en la autocomplacencia en su encuentro de este mes. Hay algunos signos esperanzadores de que el ritmo del retroceso económico se vuelve más lento y de que la recesión global podría haber tocado fondo. Pero esta recuperación no es de ningún modo estable. La crisis de ninguna manera ha quedado atrás. La respuesta política de todas las naciones del G20 debe reflejar la decepcionante realidad. Las medidas estatales de respaldo no deben cesar prematuramente”.

Autora: ERS/dpa/afp

Editora: Cristina Papaleo