¿Fútbol en el jardín de Schröder?
9 de noviembre de 2003
Cierto es que faltan todavía tres años para el Mundial de Alemania 2006. Pero los germanos son gente previsora y ya están en marcha múltiples preparativos. Se construyen nuevos centros deportivos, se amplían estadios ya existentes y se remozan otros. La Fifa incluso ha echado a rodar un balón gigante por el país, con la intención de ir generando en la población un ánimo apropiado para el magno evento futbolístico.
"Patchwork" de césped
Sin embargo, un grupo de estudiantes berlineses piensa que ello no basta para desatar una verdadera "fiebre del fútbol" en el país. Por eso, proponen construir una "cancha nacional", con 5.888 trozos de césped de distintos estadios alemanes.
La "cancha nacional" merecería, a su juicio, una ubicación a la altura de las circunstancias. Por eso proponen instalarla justo frente al Reichstag, la sede del parlamento federal, en pleno centro de Berlín. "No hay lugar más adecuado en toda Alemania"; debe estar allí", afirmó Marc Friedrich, uno de los gestores del proyecto, en conversación con DW-WORLD. A su juicio, sólo ese sitio tiene el carácter simbólico necesario para entusiasmar a toda la población y hacerla sentirse parte de la gesta deportiva.
¿Escepticismo o apoyo?
El césped existente entre el Reichstag y la sede del jefe de gobierno es un lugar en el que los berlineses solían jugar al fútbol en su tiempo libre. Sin embargo, la administración municipal quiere convertir el lugar en una zona verde bien cuidada y, por lo tanto, los jugadores aficionados han tenido que desistir de utilizarla para sus partidos domingueros. "Estamos conscientes de que en el pasado se han producido algunos problemas con los aficionados", reconoció Friedrich, un estudiante de deporte de 31 años de edad. Subrayó, eso sí, que ello nada tiene que ver con su proyecto.
De todas formas, la "cancha nacional" tendría carácter temporal y habría cumplido su cometido cuando acabe el Mundial del 2006. El costo estimado ascendería a cerca de 2,5 millones de euros. Si bien las autoridades se muestran más bien escépticas y distan de haber entregado su permiso, por lo menos tres clubes ya han prometido donar un trozo de césped, de 1,22 x 1,22 metros, de sus respectivos campos de fútbol. Los organizadores también cuentan con el apoyo de un conocido presentador de TV, pero les falta convencer aún al principal hincha alemán: el canciller Gerhard Schröder. Su opinión de seguro será determinante, considerando que, al fin y al cabo, la cancha estaría virtualmente en su antejardín.