Fútbol alemán: publicidad en el trasero

El Arminia Hannover, club futbolístico de cuarta división, ha decidido defender ante tribunales su derecho a poner publicidad donde les plazca a sus jugadores o, mejor dicho, donde mejor convenga a los intereses del club. Concretamente, en la parte trasera de los pantalones. La Asociación Alemana de Fútbol (DFB) prescribe que la publicidad sólo se puede llevar en la parte delantera de la camiseta y en la parte superior de una manga.

Ahora será el Juzgado de lo Civil de Fráncfort quien sentará precedente, decidiendo a favor o en contra del derecho a vender con fines publicitarios cualquier parte del uniforme futbolístico al mejor postor. Ejemplos para ello se encuentran en los equipos de Austria, España, Bélgica y Francia.

Al calor de la cerveza

La idea, según la versión digital del semanario Der Spiegel, surgió en una noche de cervezas: el presidente del Arminia, Jürgen Scholz, se hallaba agobiado por las arcas vacías y comentando la necesidad de buscar nuevas fuentes de ingresos. A su interlocutor, dueño de una tienda de souvenirs patrióticos, se le ocurrió la idea de decorar la parte trasera de los pantalones del Arminia-Hannover con la palabra: Kanzlerstadt, la ciudad del canciller.

Echando pulso

Desde el 2003, cuando los jugadores del Arminia-Hannover ostentaron por primera vez sus traseros con publicidad de la ciudad donde nació el canciller alemán, Gerhard Schröder, el presidente del club ha pasado por dos instancias y algunas multas en los juzgados deportivos.

Lo que empezó como un chiste se ha convertido en un pulso entre la DFB y el presidente del Arminia. Es más, se trata ahora de hacer caer la reglamentación que la DFB. Y jurídicamente Scholz lleva las de ganar, pues en junio de 2003 la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) tachó de su reglamento las dos frases que prohibían utilizar otros espacios que no estuvieran en la camiseta.

¿Sólo cuestión de gusto?

Scholz,abogado que estuvo al frente del Juzgado Deportivo de Baja Sajonia y que asesora jurídicamente a varios clubes, hace hincapié en la arbitrariedad del reglamento de la DFB, tachando de arrogante el negar fuentes de financiación a los clubes, basados en el gusto conservador de los personajes de traje y corbata del fútbol alemán.