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Cada vez menos franceses acuden a la misa dominical. Vierzon, en el centro de Francia, no es una excepción. Este municipio de 27.000 habitantes cuenta con una larga tradición cristiana y tiene en su haber seis iglesias católicas. Una de más para alrededor de 300 creyentes que regularmente acuden al oficio, decidió la administración eclesial y ofreció en venta a una de las iglesias. La primera interesada fue la Asociación de marroquíes del municipio.