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Fracaso mundial

22 de septiembre de 2010

La cumbre de la ONU en Nueva York ha dejado en evidencia lo escasos que han sido los avances hacia las metas del milenio. Un hecho que la prensa europea califica de vergonzosa.

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George Papandreou, en la cumbre de la ONU.Imagen: AP

Westfälische Rundschau, de Dortmund: “El mundo fracasa ante los desafíos del futuro. Ya sea que se trate de la protección del clima, la lucha contra la pobreza o la justicia global: las grandes cumbres no logran generar soluciones alentadoras. Lo que falta no es la conciencia, sino la determinación. Las buenas intenciones no sacian el hambre. La cumbre de Nueva York, dedicada a la pobreza, resulta especialmente vergonzosa. La comunidad internacional está muy lejos de alcanzar los objetivos que ella misma se trazó. Diez años después de la euforia del milenio cunde la decepción. Ciertamente hay algunos éxitos. Pero se ha desvanecido la esperanza de que en los próximos cinco años se pueda reducir a la mitad el número de personas que padecen hambre”.

Una excusa

Süddeutsche Zeitung, de Múnich: “Tendría que ocurrir un milagro para que hasta el 2015 realmente se destinara el 0,7% del producto interno bruto a la ayuda al desarrollo. El hecho de que el ministro del ramo, Dirk Niebel, reconozca que por el momento Alemania ‘no se atiene al plan’, quiere decir, en otras palabras, que ‘no lo lograremos’. Rescate de bancos, crisis económica y endeudamiento fiscal son argumentos bienvenidos por los políticos para justificar el ahorro en la ayuda a los necesitados. Pero esta es una excusa; ya desde antes, Alemania y otros donantes de dinero no se habían tomado siempre en serio sus promesas. Por eso surge la sospecha de que no se trate tanto de no poder, sino de no querer”.

Compromisos rotos

Die Presse, de Viena: “El hecho de que Austria haya enviado a alguien a Nueva York, es una osadía o una desfachatez: mientras la ONU insta a realizar otro esfuerzo financiero más para alcanzar los objetivos de desarrollo, los aportes austríacos bajan, y seguirán haciéndolo. (...) En vista de las arcas vacías, se ahorra allí donde es más fácil y donde le duele menos al electorado. (...) por otro lado, raya en la inmoralidad la simpleza con que se rompen compromisos internacionales”.

ERS/dpa/afp

Editor: José Antonio Gayarre