1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Fisuras en el eje franco germano

28 de julio de 2002

El histórico motor en la construcción europea, amenaza en convertirse en un campo de batalla lidereado por las dos grandes potencias, que divergen en claves cuestiones como la ampliación de la UE y la reforma agrícola.

https://p.dw.com/p/2Vut
Divergencias de interesesImagen: AP

El problema se centra en los pagos directos de ayuda a los agricultores de la UE y la ampliación hacia 10 países del centro y este de Europa. Al término de la cumbre de Sevilla a finales de junio, el presidente francés, Jacques Chirac, se refirió a los ‘problemas’ que sufre el proceso de ampliación. Debido a las elecciones, primero en Francia y próximamente en Alemania, los puntos de conflicto entre París y Berlín fueron pospuestos al segundo semestre del 2002, bajo la presidencia danesa. Será a más tardar en la cumbre de la UE en Copenhage, el 12 y 13 de diciembre próximos, cuando el enfrentamiento entre Francia y Alemania y sus poderosos aliados, produzca un acuerdo.

Subsidios agrícolas

En juego están sumas millonarias. Prioritario para el gobierno alemán es la reducción de ayudas a agricultores franceses y de otros países receptores de países mediterráneos. La Política Agraria Común (PAC), que cuenta con un presupuesto de 40.000 millones de euros anuales, representa casi el 50% del presupuesto de la unión de 15 países y la cifra se disparará con la entrada de los nuevos países miembros, particularmente Polonia, que cuenta con una economía fundamentalmente agrícola. Alemania, Holanda y el Reino Unido, contribuyentes netos al presupuesto comunitario, desean el desmantelamiento de los subsidios agrícolas.

Alemania, no sólo exige que se reduzca esa suma, sino incluso propone que se supriman o racionalicen algunas ayudas de manera tal que no sea Bruselas sino los Gobiernos nacionales quienes destinen ayudas de sus propios presupuestos. Tan sólo las compensaciones a agricultores por pérdidas de ingresos resultantes de reformas anteriores, alcanzan los 10.000 millones de euros.

La PAC, una distorsión del comercio mundial

La Comisión Europea propuso una reducción de las ayudas agrícolas directas a partir del 2004 y la desvinculación de dichos pagos y la producción. Francia se opone rotundamente como principal beneficiaria, seguida por España, Grecia, Italia y Portugal. Estos países afirman que la PAC representa un pacto entre los países de la UE y es un compromiso con los agricultores europeos que debe ser respetado. Además advierten que los siete millones de agricultores actuales de la UE podrían quedar reducidos a sólo dos millones, lo que dejaría los campos en una situación de abandono. El nuevo Primer Ministro Francés, Jean Pierre Raffarin, rechazó categóricamente toda reforma a la política agraria antes del 2006.

La PAC europea, con sus subsidios y trabas a las exportaciones de países en desarrollo, es considerada una de las mayores distorsiones del comercio agrícola mundial. Según la OMC, con sede en Ginebra, la tarifa arancelaria media de la UE para productos agrícolas es del 16,1%, cuatro veces mayor que el promedio arancelario para las importaciones no agrícolas. Los productos que cubre la Política Agraria Común de la UE, pueden alcanzar aranceles incluso más altos.

Ampliación de la UE

Alemania, junto con Holanda, Suecia y Reino Unido, no aceptan la factura de 40.000 millones de euros propuesta por la Comisión para solventar los costos de la ampliación de la UE durante el período 2004-2006, que incluye pagos directos a los agricultores de los nuevos países miembros. El canciller alemán Gerhard Schröder condicionó dichos pagos a las reducciones a los actuales receptores de subsidios agrícolas. La cumbre de Sevilla reiteró que la República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia y las islas mediterráneas de Chipre y Malta podrían unirse a la UE en el 2004. Rumania y Bulgaria podrían integrarse ésta misma década.

Schröder y Chirac se reúnen el próximo martes 30 de julio en la ciudad de Schwerin, en la costa del Báltico, en el marco de las consultas franco -germanas. Se trata del primer encuentro tras las elecciones en Francia y tomará parte el Primer Ministro Jean Pierre Raffarin, así como los titulares del Exterior y de Defensa. El problema agrícola y la ampliación de la UE serán ciertamente los temas más delicados en las conversaciones. En la agenda también figuran las relaciones con Estados Unidos, la situación en Oriente Medio y en Afganistán. El combate al terrorismo internacional y la ampliación de la UE, así como la Política Exterior y de Seguridad.