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Fin de las bombas de racimo

30 de julio de 2010

El 1 de agosto de 2010 entra en vigencia la Convención contra bombas de racimo de las Naciones Unidas. Miles de civiles son las principales víctimas mortales de estas armas que no explotaron con el impacto.

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Más de 20 países han sido víctimas de las bombas de fragmento.Imagen: AP

Más de 100 países ya firmaron la Convención contra las Armas de Fragmentación. Alrededor de 40 naciones, entre ellas también Alemania, ya la ratificaron. El 1 de agosto de 2010 entrará en vigor. Para Paul Vermeulen, director de la organización Handicap International, esto significa un paso importante. "Por segunda vez, luego de la Convención de Minas Antipersona, los Estados se comprometen bajo una fuerte presión a la prohibición de un arma utilizada con gran frecuencia y magnitud", dijo Vermeulen.

De esta manera, con la Convención los países proscriben la utilización, desarrollo, producción, almacenamiento y transferencia de las bombas de racimo. Esta munición de fragmentación es encapsulada para ser lanzada desde aviones en forma de proyectil, mortero o bomba. Al explotar en el suelo las cápsulas se abren y cientos de submuniciones son esparcidas en un área comparada al tamaño de un campo de fútbol. En más de 20 países se han utilizado las bombas de racimo. Laos es el más afectado. Durante la guerra de Vietnam se esparcieron más de 400.000 municiones de este tipo.

Bombas latentes

Flash-Galerie Deutsche Hilfprojekte in Afghanistan
Muchas bombas de racimo y municiones de fragmentación se encuentran por casualidad.Imagen: AP

Lo paradójico es que por lo general las bombas de racimo no explotan. Cuelgan de los árboles, y permanecen latentes hasta que son encontradas por niños que no saben de qué objeto de trata. Según cálculos de la organización Handicap International, el 98% de las personas que han sido heridas son civiles. Con la Convención contra las Armas de Fragmentación los Estados se comprometen también a proveer un apoyo médico y sicológico a las víctimas. Ésta es una tarea de largo aliento, además de costosa.

Florian Westphal, miembro del Comité Internacional de la Cruz Roja, hace notar que las víctimas de bombas de racimo o minas antipersona lamentablemente requerirán apoyo vitalicio. "Por ejemplo, un niño mutilado por una bomba de racimo en el Líbano necesitará para toda su vida una prótesis, fisioterapia y asesoría médica".

Destrucción de arsenales no será inmediata

Symbolbild Streubomben
La mayor víctima de las bombas de racimo es la población civil.Imagen: picture-alliance/ dpa

La Convención obliga a los Estados a destruir los arsenales de bombas de racimo o de fragmentación en los próximos ocho años. España y Austria ya cumplieron con este componente del contrato; Alemania tiene planeado deshacerse completamente de este tipo de municiones hasta el 2015.

Como en la Declaración de Ottawa sobre la prohibición de las minas antipersona, las potencias militares de Estados Unidos, Rusia y China tampoco firmaron el Tratado de Oslo para la prohibición de las bombas de racimo. No obstante, y como afirma Paul Vermeulen de Handicap International, "estos Estados no pueden ignorar la proscripción mundial de las bombas de racimo. Una Convención como ésta estigmatiza toda una categoría de armas, y eso es muy poderoso". Sin embargo, "los estadounidenses ya anunciaron que van a destruir sus existencias almacenadas, aunque no van a ratificar la Convención. Seguro reemplazarán las bombas de racimo por otro de tipo de armas con el mismo funcionamiento", dijo Vermeulen.

Aunque a partir del 1 de agosto de 2010 entrará en vigencia la Convención contra las Armas de Fragmentación, todavía pasarán décadas antes de que el mundo esté libre de bombas de racimo. La primera conferencia de los Estados firmantes se realizará en noviembre de 2010 en Laos. Allí se definirán los planes de acción para la ejecución eficaz de la Convención, así como el fortalecimiento del control de su cumplimiento.

Autor: Pascal Lechler / Cristina Mendoza Weber

Editora: Emilia Rojas-Sasse