Feos y dichosos

Quien se sienta incómodo por algún defecto físico no tiene porqué esconderse ni sentirse desgraciado. Tampoco tiene que torturarse con operaciones estéticas o someterse a brutales curas como lo hacen las estrellas de cine en su afán por la belleza. Los miembros del club de los feos tienen distintos defectos físicos y un común denominador: todos han sufrido por su aspecto físico.

Ser feo e infeliz es cosa del pasado. En Hamburgo, en el norte de Alemania ha surgido un movimiento que sostiene que ser feo es hermoso. "Herrlich hässlich", se titula el libro de Regina y Harald Gasper, en el que defienden que el mundo no pertenece a la llamada "gente bonita". Después de haber sufrido a su manera el apelativo de ser feo, ahora la pareja se rebela y lucha por una autoestima sana. El matrimonio hecha mano de la pesada artillería a su disposición. Harald Gasper es director creativo de una gran agencia de publicidad mientras que su mujer Regina, es periodista.

Club dei Brutti

Ambos tuvieron la idea hace un año después de visitar lo que ellos llaman la "Meca de los Feos", el pueblo alpino de Piobbico en Italia. La localidad italiana tiene una tradición que se remonta al siglo XVII con el "Club dei Brutti". Ya entonces los padres de damiselas poco agraciadas organizaban una fiesta anual para atraer a los solteros de los pueblos vecinos. "A finales de la década de los años 70 dicha tradición recuperó bríos y hoy en día reúne a unas 3000 personas cada año", afirma Harald Gasper. Actualmente el Club dei Brutti cuenta con unos 20.000 miembros que sostienen que la belleza es esclavitud, mientras que la fealdad un atributo. Quien quiera pertenecer al club tiene que enviar una foto para que los organizadores decidan si el interesado 'no es lo suficientemente feo, si es de una fealdad normal o extraordinaria'.

La primer "Fiesta de los feos" alemana tuvo lugar a principios de octubre en Hamburgo y reunió a un centenar de personas de entre 30 y 40 años, la mitad miembros del selecto club. Gasper está convencido de que la asociación pronto contará con muchos miembros, pues hay un gran interés y mucha gente ha anunciado que asistirá al próximo encuentro. "Todo aquel que se considere feo y sufra por ello es bienvenido", dice Gasper, quien sostiene que muchas personas con supuestos defectos físicos tienden a esconderse. "Precisamente lo que hay que hacer es salir y mantenerse activo", sostiene el fundador del club.

¡Que vivan los feos!

El club de los feos tiene en Alemania una página internet en la que se divulga los principios de la organización y exhorta a todo el que se sienta identificado a sumarse a la lucha. "Somos feos y somos muchos", dice. La página incluye una lista de películas, libros y música que aborda el tema. La era en la que se convocaba públicamente a que murieran los feos ha terminado: ¡feos de todo el mundo uníos! Cada cuatro semanas los feos de Alemania se reúnen en el Pony Bar de Hamburgo, la próxima cita es el próximo 15 de noviembre.