Europa: ¿seguirá dando refugio?
8 de mayo de 2003
El club de ministros del interior de los países miembros de la Unión de Europea se conoce muy bien. Desde hace seis años debaten sobre el derecho de extranjería y de refugiados y hasta ahora no ha sido posible lograr una homogenización a nivel europeo.
El ministro alemán del Interior, Otto Schily, otrora abogado defensor de la organización terrorista de izquierda RAF, es considerado en Alemania y Europa - a pesar de ser socialdemócrata - como "un duro representante de la posición conservadora" que exige cerrar más puertas a la inmigración y restringir el derecho a refugiarse a un mínimo. Observadores creen que Schily "escucha, siente y atiende más a la posición cristiano-bávara alemana" que a la mayoría del electorado alemán. La cristianodemocracia alemana le advirtió también esta vez de no dar el brazo a torcer en Bruselas.
Schily no está solo
La verdad es que Otto Schily no está solo en la UE. Aunque sus representantes no lo expresen en público, la "dureza" de Schily es compartida por Austria, Dinamarca y Holanda. Sólo que el alemán "es el único que dice francamente lo que piensa".
Sobre la mesa de discución hay una propuesta que pretende regular el reconocimiento de las peticiones de refugio. En esencia se trata de si la Unión Europea debe implantar la persecución política como única razón para conceder asilo a un ciudadano extracomunitario, como lo exigen los cristianodemócratas, o de si hay también otras razones para hacerlo: la discriminación sexual o la persecución no estatal, por ejemplo. La mayoría de los socialdemocrátas europeos aboga por mantener las tres razones anteriores como causas válidas para conceder asilo a los perseguidos.
Víctimas de la ignorancia
Dicho en plata blanca: ¿Seguirá brindando Europa protección a las mujeres víctimas de la inhumana ley islámica de la charia y la ilegítima amputación de los órganos sexuales femeninos? Es más. ¿Seguirán considerandóse como refugiadas a las víctimas de la trata de blancas, del narcotráfico y de la discriminación sexual o religiosa? La mayoría, o sea trece países de la Unión, aún se reconocen estos derechos.
Otro de los puntos álgidos es el límite de edad en la que los hijos de los refugiados puedan inmigrar al país en donde se encuentren sus padres. La mayoría propone fijarla en 15 años, como también reconocer a los refugiados un subsidio igual al recibido por los nacionales. Otro punto considera que debiera permitírseles a los asilados adquirir el permiso de trabajo después de un año de permanencia en la Unión. Todas éstas son exigencias que en Alemania han sido, hasta ahora, bloquedas por la mayoría cristiano-demócrata en el Bundesrat, Cámara Alta.
Tanto los Verdes como la presidencia griega de la Comisión piden una decisión definitiva para el próximo mes de junio en Thessaloniki. ¿Conservará la Unión Europea sus ideales tradicionales de humanidad?