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Euro: "sí pero no"

10 de junio de 2003

Aunque el gobierno británico alabó oficialmente al euro, Londres aun no da el paso para adoptar la moneda única europea.

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Tony Blair y Gordon Brown deben apoyar juntos la dhesión al euro.Imagen: AP

El ministro de Finanzas británico, Gordon Brown, elogió este lunes de tal manera las ventajas de adherirse a la moneda única europea, que daba la impresión de ser un prólogo para la despedida de la libra esterlina para abrazar al euro, como ya lo han hecho 12 de los 15 miembros de la Unión Europea (UE).

No obstante faltó el paso decisivo. Según Brown, las condiciones marco no estarían dadas para una decisión de este alcance. Las diferencias del ciclo coyuntural, del desarrollo del tipo de cambio, así como las diferencias estructurales entre las economías de Gran Bretaña y de Europa continental no favorecerían una adhesión al euro en el corto plazo. Por ello Brown tampoco recomienda un referéndum al respecto.

Un mal momento

El Primer Ministro, Tony Blair, no atraviesa momentos de popularidad, luego de que surgieran dudas sobre la justificación oficial para la participación en la guerra contra Irak.

Sumando esta circunstancia al ya proverbial escepticismo de la población británica frente a las instituciones europeas, Blair sería incapaz de convencer actualmente a sus ciudadanos de las ventajas de pertenecer a la llamada eurolandia. Además, aunque los británicos vean que mejoran las economías de la eurozona, no será fácil convencerlos de los beneficios del euro.

Por lo pronto, en otoño Gordon Brown presentará un proyecto de ley para un futuro referéndum, aunque todavía carece de fecha. Pocos analistas creen que la consulta se llegue a celebrar antes de las próximas elecciones generales, que podrían adelantarse al 2005.

El empuje de Blair

Desde la Europa continental, se insiste en que Tony Blair haga énfasis en las desventajas de quedarse fuera del club del euro. Luego de la llegada al poder en 1997 de Blair, tanto la empresa privada como los socios de la UE creían que sólo sería cuestión de tiempo hasta que el nuevo mandatario, un entusiasmado "europeísta", diera el paso hacia la moneda única.

Tony Blair in Spanien
Nadie duda del entusiamsmo de Blair por Europa.Imagen: AP

Esto explica, según algunos analistas, por qué el nivel de las inversiones extranjeras se mantuvo tan elevado en Gran Bretaña, descendiendo a partir del momento en que comenzaron a surgir dudas sobre las intenciones monetarias de Londres. Si dichas dudas se mantienen y si continúan descendiendo las inversiones, la lealtad hacia la libra esterlina tendrá el precio de la pérdida de puestos de trabajo.

El trasfondo político

Desde eurolandia, muchos opinan que al postergar su adhesión a la moneda única, Gran Bretaña también estaría arriesgando su pertenencia al grupo de naciones líderes de la UE. Londres se estaría cerrando a la posibilidad de poder forjar de una manera más activa y directa el futuro europeo.

Por lo tanto hay quienes ya hoy dudan de la voluntad británica de llevar adelante una profundización de la integración europea. Al mismo tiempo parece claro que para Tony Blair el paso hacia el euro es un proyecto político de alcance histórico. Justamente por ello, el mandatario no debería temerle a controversias políticas nacionales y en el seno de su propio partido, piden los seguidores del euro.