1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

¿Relaciones germano-israelíes ante su prueba de fuego?

11 de enero de 2023

Importantes ministros del nuevo Gobierno israelí parecen querer impedir el establecimiento de un Estado palestino, pero los políticos alemanes están a favor. No obstante, Berlín se mantiene cautelosa.

https://p.dw.com/p/4M2Pt
Benjamín Netanyahu.
El nuevo Gobierno de Benjamín Netanyahu se considera el más derechista de la historia de Israel.Imagen: Atef Safadi/Pool European Pressphoto Agency/AP/dpa/picture alliance

Parecía una rutina entre Gobiernos amigos cuando el canciller Olaf Scholz felicitó al nuevo primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por su toma de posesión: "Para las tareas pendientes, le deseo buen éxito, buena mano y mucho acierto". Israel y Alemania están unidos por una especial y estrecha amistad, basada en la cooperación, que debe seguir cultivándose en el futuro, prosiguió Scholz. 

Pero entre las "tareas pendientes" que plantean las directrices del nuevo Gobierno israelí está, por ejemplo, seguir adelante con la expansión de los asentamientos, incluso en zonas que los palestinos reclaman para un futuro Estado, lo que lo haría prácticamente inalcanzable. Un portavoz del Presidente palestino, Mahmud Abbas, ha calificado las directrices de "peligrosa escalada" que tendrá consecuencias para la región.

"No se trata solo de impulsar la construcción de asentamientos y el desplazamiento de la población palestina, sino también (...) de la transición de una ocupación militar temporal a un control civil permanente de Cisjordania", dijo a DW Muriel Asseburg, experta en Oriente Medio de la Fundación Ciencia y Política (SWP), con sede en Berlín.

Solución de dos Estados, parte del acuerdo de coalición del Gobierno de Berlín

El objetivo de la solución de dos Estados (que haya un Estado independiente de Palestina junto a Israel) cuenta con el respaldo de Estados Unidos, la Unión Europea y, por tanto, también Alemania, entre otros.

Incluso el acuerdo de coalición de Gobierno tripartito de Berlín, de 2021, afirma: "Seguiremos abogando por una solución negociada de dos Estados basada en las fronteras de 1967". Y además: "Pedimos que se detenga la construcción de asentamientos en violación del derecho internacional". Esto significa que el Gobierno alemán podría entrar en un conflicto masivo con el Gobierno israelí, si este mantiene sus planes.

Responsabilidad histórica 

Por respeto a su responsabilidad histórica en el Holocausto durante el nacionalsocialismo, el Gobierno alemán suele comentar pocos aspectos de la política israelí. Durante décadas, pareció impensable que ambos países pudieran acercarse.

El conocido escritor israelí Amos Oz, que perdió a muchos miembros de su familia en la Shoah, resumió en una ocasión el vínculo especial que une a ambos países citando a su madre: "Si los alemanes no se perdonan a sí mismos, quizá nosotros les perdonemos un poco algún día. Pero si se perdonan a sí mismos, entonces no les perdonaremos".

Si surgen conflictos, Berlín suele mantener un perfil bajo y, si es necesario, busca una vía a través de la Unión Europea.

El canciller Olaf Scholz visitó el memorial israelí del Holocausto Yad Vashem, en marzo de 2022.
El canciller Olaf Scholz visitó el memorial israelí del Holocausto Yad Vashem, en marzo de 2022.Imagen: Michael Kappeler/dpa/picture alliance

Dos ministros israelíes rechazan un Estado palestino

Hasta ahora, el Gobierno alemán también ha actuado con moderación ante las declaraciones de dos ministros radicales del Gobierno de coalición israelí: el ministro de Seguridad, Itamar Ben Gvir, del partido Poder Judío (Otzma Yehudit), y el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, del Partido Sionista Religioso (HaTzionut HaDatit). Ambos rechazan categóricamente un Estado palestino y están a favor de la expansión del territorio israelí en Cisjordania, ocupada por Israel.

Ben Gvir llegó a pedir, en 2019, la expulsión de todos los palestinos de nacionalidad israelí que "no sean leales a Israel". En 2017, Bezalel Smotrich elaboró un "plan de sometimiento" con el objetivo de "acabar con toda esperanza nacional de los palestinos". Smotrich también se mostraba extremista en otros temas: por ejemplo, se declaró "un orgulloso homófobo".

Críticas alemanas llegan tras la visita al Monte del Templo

La reacción de Berlín a todo esto ha sido prácticamente nula. Pero eso cambió cuando Ben Gvir visitó el Monte del Templo de Jerusalén(un sitio al que se menciona también como Explanada de las Mezquitas), sagrado tanto para judíos como para musulmanes, a principios de enero. Tanto los palestinos como los Estados árabes y occidentales protestaron vehementemente. Estados Unidos también expresó su irritación. Un día después, un portavoz del ministerio alemán de Asuntos Exteriores afirmó que la visita había sido "una provocación".

"Es preocupante que fuerzas de ultraderecha y ultraortodoxas estén presentes en el Gobierno", explica a DW Gabriela Heinrich. Es diputada del partido socialdemócrata (SPD) del canciller Scholz en el Bundestag. Y preside el Grupo Parlamentario Germano-Israelí, que se dedica al diálogo mutuo y reúne periódicamente a miembros del Bundestag alemán y de la Knesset israelí, por ejemplo.

Pero Heinrich tiene la esperanza de que los peores temores no se hagan realidad. Queda por ver "cómo se comportará el nuevo Gobierno israelí en funciones, una vez que se haya disipado el humo de pólvora de la campaña electoral". Benjamin Netanyahu será juzgado por su promesa de que se considera jefe de Gobierno de todos los israelíes. Eso incluye al gran número de los que critican la construcción de asentamientos. Mis esperanzas también están puestas en la sociedad civil y el público crítico", dice la política alemana.

A pesar de las críticas de un aliado tan importante como Estados Unidos, la construcción de asentamientos israelíes en Cisjordania continúa.
A pesar de las críticas de un aliado tan importante como Estados Unidos, la construcción de asentamientos israelíes en Cisjordania continúa.Imagen: Muammar Awad/XinHua/dpa/picture alliance

Mientras tanto, el historiador israelí Moshe Zimmermann reclama una acción más decidida. En la radioemisora alemana Deutschlandfunk, dijo, tras la toma de posesión de Netanyahu, que la solución de dos Estados era solo una "frase vacía" para Berlín, y también para la Unión Europea.

"Repetir esa frase vacía no es una solución. Se utiliza para mostrar que se quiere hacer algo, pero en realidad no se hace nada". A los palestinos se les deja solos, afirmó. "Solo si se toman medidas contra Israel, como con Polonia o con Hungría, o con Bielorrusia, podría haber un efecto. Pero, por supuesto, Alemania o Europa no se lo permiten, porque siempre tienen miedo de ser acusados de antisemitismo", sentenció.

El embajador israelí ve doble rasero

Ron Prosor, embajador de Israel en Alemania, en cambio, ve un doble rasero en el comportamiento de muchos políticos. Prosor se mostró crítico, ante el diario berlinés Tagesspiegel, con la defensa de una solución de dos Estados. "Por un lado, quieren un Estado democrático judío. Pero, por otro lado, ¿exigen también un Estado palestino democrático? La respuesta es no. Pero un Estado de derecho efectivo debería ser una exigencia mínima para los palestinos. Solo así podrá lograrse la paz", sostuvo.

Muriel Asseburg también acusa a la Autoridad Palestina de ejercer "un Gobierno cada vez más autoritario". "Hace tiempo que se rompió el contrato social con la población. (...) Estabilizar la situación sin una legitimidad renovada no es posible". Por ello, el Gobierno alemán debe presionar a los dirigentes palestinos para que se celebren "elecciones basadas en la reconciliación y el reparto del poder", opina.

En la relación con Israel, Asseburg cree que el Gobierno y los distintos ministerios alemanes deben examinar de cerca la cooperación con los organismos gubernamentales israelíes. El límite se alcanza, "por ejemplo, cuando la cooperación ya no puede limitarse claramente a Israel en las fronteras de 1967, cuando importantes normas internacionales dejan de aplicarse al Ejército israelí o cuando los ministros aplican la expulsión de poblaciones de forma inhumana". De lo contrario, existe el peligro de convertirse en "corresponsables de graves violaciones de derechos humanos", advierte.

Sin embargo, la política del SPD Gabriela Heinrich confía en que la relación germano-israelí pueda soportar un intercambio sin tapujos: "Alemania e Israel también estarán n unidos por una amistad resistente en el futuro, de modo que las preocupaciones y las diferencias de opinión puedan discutirse abiertamente".

(gg/rml)