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Especulaciones sobre el Papa

Gabriel González7 de febrero de 2005

Debilitado, el Papa se levantó de su lecho de enfermo y bendijo a los fieles. Si bien el Vaticano trata de pintar el panorama color de rosa, Juan Pablo II no se encuentra bien.

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El Vaticano es famoso por su rígida política de información.Imagen: AP

Cuando el Pontífice apareció por primera vez tras la hospitalización en la ventana de su habitación para bendecir a los fieles tras el rezo del Angelus, no parecía tener mal aspecto. Sólo su voz sonaba muy ronca y apenas perceptible. El hecho de que apareciera e impartiera la bendición fue presentado por el Vaticano como prueba, de que la recuperación iba por buen camino.

Sin embargo, no tardaron en surgir las especulaciones sobre si la bendición del Papa, o por lo menos las últimas palabras, fueron pregrabadas y transmitidas por cinta o no. Juan Pablo II empezó su bendición con las palabras “sit nomen Domini benedictum”, mientras un ayudante le mantuvo una hoja con el texto delante de la cara. Luego se escucho un crujido, y con un registro de voz diferente el final de la bendición.

Los interrogantes quedan

A pesar de que el Vaticano se esfuerce por dar la impresión de que el estado de salud del Papa esté mejorando, la preocupación queda. Las dificultades crecientes de Juan Pablo II para hablar abren interrogantes sobre la capacidad del Papa para ejercer su ministerio.

El portavoz jefe del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, no tardó en desmentir las especulaciones sobre la escena del domingo. Según el Vaticano, todo fue en vivo y nada pregrabado. De todos modos, Juan Pablo II permanecerá en el hospital al menos hasta el jueves como una medida de precaución aunque sigue “mejorando” su estado general de salud.

Papa con humor

Navarro Valls subraya que sólo se trata de “medidas obvias de precaución”, que sólo se trata de unos “pocos días más”, que el Pontífice come normal como cualquier persona, y que de “misa todos los días en su habitación para el personal médico que lo atiende".

Finalmente, para apaciguar por completo cualquier pregunta no deseada por parte de los periodistas reunidos, el portavoz indicó también que el pontífice no había perdido su sentido del humor. "Puedo decir también que el Papa lee ocasionalmente los periódicos, con el fin de, según dice 'ver como va mi enfermedad'".

La salud como único tema

La política de información del Vaticano es legendaria. Pero aún en Roma alguien se debería preguntar, si estas anécdotas no muestran algo más que sólo el indudable buen sentido del humor que tiene Juan Pablo II. Obviamente: cuando hoy se habla del Vaticano, se habla de la salud del Papa. Los tiempos en los que se hablaba de sus viajes, sus mensajes al mundo, su influencia sobre los acontecimientos de la actualidad, han pasado.

Probablemente, estos últimos años de Juan Pablo II se recordaran como años perdidos. No para el Papa, pero sí para su Pontificado.