España-Suecia 2:1
14 de junio de 2008Suecia no es Rusia. Una verdad geográfica que en el caso del partido de hoy por la Eurocopa también se aplica al mundo futbolístico. Con clara disciplina nórdica, los escandinavos le plantearon un partido difícil a los ibéricos.
Ya desde el comienzo se vio que las posibilidades estaban mejor repartidas que en el partido contra los rusos, en el que España pareció una aplanadora difícil de detener. En las primeras de cambio, Puyol debe salvar a las apuradas ante un Ibrahimovic peligroso como siempre. Poco después Torres baila a dos adversarios y puntea el balón para Villa, pero un Mellberg atento no dejó que las cosas pasaran a mayores.
Con empeño, pero sin la brillantez del primer partido, España fabrica en los primeros quince minutos del primer tiempo algunas jugadas si bien con destino de arco, con poca ambición de gol. Como Iniesta, que girando de la derecha hacia adentro, chutea de lejos a portería, perdiéndose el balón afuera a tres metros del poste. O como un pase en el área penal a Villa, que se enreda de puro gambetear, desinflándose al final la jugada.
Los suecos al contragolpe
Los suecos, al contragolpe, seco, bien asestado, a través de Larsson y Ljungberg, ya veteranos en estas lides, pero también sin lograr causar mayores problemas a Casillas.
Un vaivén que sigue hasta el minuto 15, en que una variante de tiro de esquina hace vibrar las gargantas de los hinchas españoles. Silva toma el balón al borde del área penal y lo envía hacia una montonera que se había formado frente al arco sueco. De pronto surge implacable una larga pierna, que heterodoxamente, con los tapones, envía la pelota al fondo del arco escandinavo. Gol del "niño" Torres. 1 a 0 para España.
Los ibéricos se descansan luego algo en los laureles y tratan de administrar el resultado. A los suecos no les queda otra opción que intentar el empate.
Y éste llega, a los 34 minutos. Luego de un centro desde la derecha, el balón queda en pies de Ibrahimovic, dentro del área penal, que de media vuelta lanza un tirio al arco desde unos seis metros, algo desganado, pero igualmente inalcanzable para Casillas. Un empate que, a esa altura del partido, Suecia se lo merecía.
España no logra luego hasta el final del primer tiempo una clara superioridad, maniatada por las artes defensivas de los escandinavos. No obstante, podría haberse retirado ganadora a vestuarios, si el árbitro hubiera cobrado un claro penalty de Elmander, que arroja al suelo a pechazo limpio a Silva dentro del área penal.
La estocada llega al final
En la segunda mitad, España va a por todas. Pero se topa nuevamente con una muralla sueca inteligentemente organizada, con una cadena de cuatro atrás que pocos balones deja pasar. Y una y otra vez el pase certero hacia los flancos, con las corridas de Rosemberg y los cabezas de Mellberg, que dejan al descubierto inseguridades sobre todo en el flanco izquierdo ibérico.
Cuando todo parecía indicar un reparto de puntos, llega puntualmente la estocada final, sin filigranas, sin previo anuncio, pero certera y con gran arte.
Un pase en profundidad en el minuto 2 del tiempo complementario, desde la derecha, un Villa que se apodera del balón y corre, corre imparable dejando a dos, tres suecos por el camino, para superar con un tiro seco de izquierda a derecha a Isaksson. Las gradas de los hinchas españoles, un solo clamor.