En el Olimpo de la Fórmula 1
21 de julio de 2002
Parece que éste es el año de los "pentacampeones". Primero Brasil, en el mundial de fútbol. Y ahora Michael Schumacher, triunfador del campeonato mundial de Fórmula 1. Faltando aún seis carreras por disputarse, ya nadie podrá arrebatar la corona al piloto alemán, que lleva 96 puntos acumulados. Su más cercano competidor, el colombiano Juan Pablo Montoya, podría llegar a lo sumo a los 94 puntos, venciendo en todas las competencias restantes.
El Gran Premio de Francia ganado por el deportista germano, oriundo de la localidad de Kerpen, es mucho más que otro título sumado a su larga lista de éxitos. De partida, se trata del tercero que obtiene consecutivamente, con la escudería Ferrari. Y, lo principal: con él ha alcanzado la marca impuesta por Manuel Fangio en la década del 50, lo que le asegura un sitio de honor en la historia del automovilismo.
Los tiempos de Fangio
Las comparaciones resultan inevitables, aunque odiosas para Schumacher: "Creo que lo que hizo Fangio en esa época, jamás lo podría lograr", afirmó, subrayando los méritos de la leyenda del deporte argentino. Aludía con ello a las enormes diferencias existentes entre la Fórmula 1 actual y la de hace cinco décadas. Hoy, los laureles no corresponden exclusivamente a la pericia del piloto, sino también al despliegue técnico y al equipo completo de la escudería.
Tampoco existía en los tiempos de Fangio el enorme aparato de "marketing" montado en torno a la Fórmula 1. Así, mientras la euforia se apodera de los miles de seguidores de Ferrari y su máxima estrella, los empresarios comienzan a frotarse las manos sacando cuentas.
Negocio redondo
El representante del astro, Willi Weber, tiene una semana ajetreada por delante. De acuerdo con informaciones del periódico Die Welt, se propone presentar cerca de 350 nuevos productos de la "colección Schumacher" el próximo domingo, cuando se dispute el Gran Premio de Alemania, en Hockenheim.
Aunque el mercado de este tipo de artículos se encuentra bastante saturado, Weber espera lógicamente un auge en las ventas. Sobre todo en lo que respecta a los nuevos gorros colorados de Ferrari, que pueden llegar a costar hasta 25 euros. "Los fanáticos de este deporte siempre quieren estar al día", afirma el empresario, quien tiene una participación del 20% en los ingresos de Schumacher.
El piloto alemán, en todo caso, no tiene motivos para preocuparse y puede disfrutar en grande de este triunfo, que probablemente no será el último. "Quisiera seguir ganando cada carrera. Es algo que me motiva y eso no va a cambiar tan rápido", asegura el pentacampeón. Así lo esperan también su representante y miles de seguidores, que se preparan para celebrar a su héroe el próximo fin de semana en Hockenheim. Para Schumacher sin duda será también una fiesta, ya que no tendrá que correr a la caza de puntos, sino por el mero placer de lucir su destreza.