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Giro a la derecha en Sajonia, ¿un peligro para las empresas?

27 de agosto de 2024

Mientras los votantes de Sajonia se aprestan para acudir a las urnas, algunos temen que un giro político más pronunciado pueda alejar a los inversionistas de la región y agudizar la falta de trabajadores calificados.

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El primer ministro de Sajonia, Michael Kretschmer, del partido conservador CDU, en un cartel electoral en la calle.
El primer ministro de Sajonia, Michael Kretschmer, del partido conservador CDU, lucha por su supervivencia política.Imagen: Timothy Rooks/DW

Sajonia y Turingia son dos estados federados del este alemán, que antiguamente formaban parte de la Alemania Oriental comunista, y el 1º de septiembre celebrarán elecciones al Parlamento regional. Tres semanas después, Brandeburgo, otro estado del este alemán, acudirá a las urnas. La región se encuentra en una encrucijada importante y las empresas esperan con inquietud los resultados.

El motivo de preocupación es el ascenso de los partidos de ultraderecha, especialmente de Alternativa para Alemania (AfD). En las elecciones al Parlamento Europeo de junio, ese partido quedó en segundo lugar en Alemania, por delante de los tres partidos de la coalición gobernante.

La AfD ha encontrado su lugar en Alemania como partido nacionalista y antimigración, que quiere abandonar el euro y apuesta a la disolución de la Unión Europea. Sus carteles electorales prometen, entre otras cosas, almuerzos escolares gratuitos y una reducción de los costes de la asistencia sanitaria. En cuanto a los inmigrantes, el plan es "deportaciones, deportaciones, deportaciones", aunque no está del todo claro a quién se refieren, si solo a los refugiados o a cualquier persona recién llegada. Algunas encuestas sugieren que el partido podría conseguir hasta un 30% de los votos.

Miedo en Dresde y más allá

"Tenemos un problema creciente con el extremismo de derecha", afirma Markus Schlimbach, presidente de la Confederación Sindical Alemana (DGB) en Sajonia, que representa a unas 250.000 personas, es decir, a aproximadamente el 16% de la fuerza laboral de ese estado.

Michael Schlimbach, presidente de la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB) en Sajonia.
Michael Schlimbach, presidente de la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB) en Sajonia.Imagen: DGB Sachsen/Rietschel

"Este rechazo a todo lo extranjero es un problema que se ha ido agrandando en Sajonia en los últimos años", dijo a DW, señalando la ironía de que Sajonia depende en gran medida de la venta de sus productos a nivel mundial.

Schlimbach es oriundo de Sajonia. Tiene una postura firme contra la hostilidad, el extremismo y el racismo. Afirma que las empresas deben hacer lo mismo y proteger a todos sus trabajadores.

Eso no solo lo piensa mucha gente, sino que también tiene una aplicación práctica en el caso de la escasez de trabajadores calificados. En los próximos diez años, 300.000 trabajadores de Sajonia se jubilarán y tendrán que ser reemplazados, afirmó. Esta cifra ni siquiera tiene en cuenta el crecimiento futuro.

Parte de este trabajo se puede gestionar con automatización y digitalización. Para el resto de los trabajos "dependemos de trabajadores calificados del extranjero", explica Schlimbach en su oficina, cerca del centro de Dresde. 

Buscando inversores por todas partes

Otro problema para las empresas del este de Alemania es el hecho de que no hay suficientes empresas grandes o medianas en comparación con la parte occidental del país. Si echamos un vistazo al pasado comunista, hay razones históricas obvias para ello. Sin embargo, eso no cambia el hecho de que el 90 % de las empresas de Sajonia tienen menos de 20 trabajadores, afirma Schlimbach.

Para la región, eso significa que la investigación y el desarrollo a menudo se realizan en otros lugares, lo que la convierte en un "banco de trabajo" para otros, en vez de ser un centro de innovación. Esto ha dado lugar a una puerta giratoria de ejecutivos y dificulta la búsqueda de inversionistas con poder financiero.

Además, los inversores internacionales ven a Alemania como un país más entre muchos, dice Olaf Zachert, un inversor especializado en rescatar empresas que otros descartan. Recientemente ha recibido una avalancha de ofertas de venta, de fundadores que se dan por vencidos o de empresas que quieren abandonar Alemania o Europa por completo. Mantener intacto el know-how de la producción local es uno de sus principios fundamentales.

"El capital extranjero es como un ciervo tímido: está en movimiento", explica a DW. "La gente no invierte donde no es bien recibida, no invierte donde ve grandes problemas". Si la AfD gana poder, es probable que los inversores se cuestionen invertir aquí y se lo piensen dos veces antes de hacer una oferta, opina.

Un seguidor del partido alemán de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) lleva una camiseta que dice "Chicos alemanes" durante un acto de campaña.
Muchos temen la idea de que un partido de ultraderecha pueda tener pronto influencia en la política y los negocios en Sajonia, y más allá también.Imagen: Jens Schlueter/AFP/Getty Images

La cercanía de Europa del Este 

Una de las principales fortalezas de Sajonia son sus trabajadores calificados. En general, tienen mucha experiencia, muchos de ellos se han desempeñado en el mismo lugar durante décadas y conocen sus negocios al dedillo.

"Alemania del Este tiene un potencial inmenso, precisamente porque aquí hay tantos trabajadores calificados", afirma Zachert. Pero eso por sí solo no es suficiente, y la cantidad total de trabajadores está disminuyendo.

"Sólo seremos competitivos si damos la bienvenida a los conocimientos técnicos de los trabajadores calificados extranjeros", señaló. Y agregó que los puestos de trabajo no estarán más seguros con la AfD en el poder. Europa del Este está muy cerca, llena de gente dispuesta a trabajar por menos, y trasladar la producción a través de las fronteras de la UE no es difícil.

Aun así, Olaf Zachert espera que los votantes piensen en las consecuencias antes de elegir. La reputación de Sajonia, como lugar de negocios y emplazamiento de trabajo ya ha sufrido algunos daños, pero Zachert muestra un cauteloso optimismo sobre el resultado de los comicios.

Markus Schlimbach también cree en el futuro de Sajonia y se siente animado porque la población se toma estas elecciones tan en serio.

"Made in Saxony" es "un símbolo de calidad, de conocimientos especializados, de personas bien formadas y de capacidad innovadora", afirma. Espera que las elecciones den como resultado una mayoría democrática estable para que la gente pueda volver a trabajar.

(cp/ers)