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Toque latino conquista a los alemanes en el circo Roncalli

Mónica Nanjari
17 de abril de 2023

Los Hermanos Acero de Colombia y el payaso Pastelito Junior de Chile se presentan con gran éxito en la actual temporada del circo alemán.

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Artistas latinoamericanos en el circo Roncalli.
Artistas latinoamericanos en el circo Roncalli.Imagen: Zirkus Roncalli

El circo Roncalli es un imperdible en Alemania. Sus giras por diferentes ciudades de este país europeo se convierten en uno de los shows más esperados por niños y adultos. Con el paso del tiempo, su dueño, el austriaco Bernhard Paul, ha logrado crear y mantener un espectáculo de gran nivel, sin usar animales y con artistas de todo el mundo.

La presencia de europeos y rusos en este circo es la regla. Pero, desde hace algunos años, han comenzado a figurar artistas latinos en la carpa del Roncalli. Este año, son tres los representantes de ese lado del mundo que han conseguido cautivar al público alemán, sacando risas, gritos y muchos aplausos. Se trata del payaso chileno Agustín Maluenda Jr., más conocido como "Pastelito Junior" y de los pulsadores colombianos Wuilder y Charly Acero, los "Hermanos Acero".

Payaso chileno en el circo Roncalli.
Agustín Maluenda Jr. interpreta al payaso chileno "Pastelito Junior".Imagen: Zirkus Roncalli

Un payaso inquieto

Artista circense de séptima generación, "Pastelito Junior" viene de familia de circo y, en particular, de payasos. Su abuelo es un payaso muy famoso en Chile y su padre, "Pastelito de Chile", fue reconocido hace años como el mejor payaso del mundo. Justamente fue en un viaje de trabajo junto a su progenitor que Agustín fue fichado por Bernhard Paul, que se dio a la tarea de convencer al clan familiar para que el joven de 23 años formara parte de la actual gira.

En el Roncalli, "Pastelito Junior" hace acrobacias e involucra al público. "Este payaso es diferente, es más rápido, loco, latino, disperso. También es acróbata, malabarista, canta, baila, y hace que la gente compita en gritos, es diferente a lo que pueden estar acostumbrados a ver acá en un espectáculo de circo", dice a DW.

"La rutina del payaso se estructura con años de circo, pero se puede adaptar usando diferentes elementos y haciendo elecciones adecuadas según la audiencia. En este caso, tuve que modificar muchas cosas pensando en el público alemán. Por eso, mi payaso es prácticamente mudo, mi vínculo con los alemanes es a través de elementos visuales. Por suerte, la recepción de la gente ha sido muy buena. En Sudamérica, siempre se dice que el público europeo parece más frío, que solo aplauden al final, pero mi rutina apela a lo contrario. Y, hasta ahora, he logrado que, además de reírse, la gente participe de buena gana y se sorprenda con las otras habilidades que tiene este payaso", cuenta Agustín.

Pulsadores colombianos conocidos como Hermanos Acero.
Los Hermanos Acero: Wuilder (arriba) y Charly (abajo) equilibrándose uno sobre otro.Imagen: Zirkus Roncalli

Colombianos de acero

El cierre del espectáculo que presenta el Roncalli actualmente es un broche de oro en manos de los "Hermanos Acero", dos pulsadores colombianos que combinan fuerza, equilibrio y acrobacia en una presentación que mantiene el silencio y la tensión entre el público por lo difícil y arriesgado del acto.

La conexión que existe entre Charly y Wuilder se destaca en el escenario. Las figuras que crean y la fluidez del movimiento se combinan perfectamente con la fuerza y equilibrio que ambos trabajan de forma elegante.

"Como venimos de familia circense, comenzamos a trabajar juntos desde que éramos niños, desde que yo tenía siete y mi hermano ocho años. Hemos trabajado durante 18 años para llegar al nivel del espectáculo que ofrecemos en Roncalli", cuenta a DW Wuilder, el menor de la dupla que se ha presentado en circos de Japón, Colombia, Venezuela, Francia, España, Suiza y Alemania.

La demostración de equilibrio que hacen, usando sus propios cuerpos como soporte, tiene como punto culminante que uno de ellos se mantenga largo tiempo de cabeza sobre la cabeza del otro, y desata los aplausos más estruendosos de todo el espectáculo.

Para Wuilder, Alemania es uno de los lugares donde se siente más a gusto trabajando porque considera que la recepción del público siempre viene de un interés genuino en lo que hacen. "Es verdad que nuestro show es peligroso para nosotros mismos, pero independientemente de lo arriesgada que pueda ser una presentación, sentimos que a los alemanes les gusta mucho el espectáculo y que aprecian especialmente el circo. Entonces, cada vez que tenemos que actuar para alemanes salimos con muchas ganas. En Latinoamérica, en cambio, yo siento que no se da el mismo valor a este tipo de presentación ni al circo en general". 

(rml)