El rostro del neoconservadurismo alemán
18 de febrero de 2007Tras la larga hegemonía del ex canciller Helmut Kohl sobre el conservadurismo alemán, éste ha tratado de encontrar una nueva identidad bajo la égida de Angela Merkel.
En el camino han pasado a la historia personajes que representaron toda una era para la derecha alemana, como el ministro presidente de Baviera y líder de la Unión Cristiana Social, Edmund Stoiber.
Sin embargo, el neoconservadurismo alemán está lejos de definir su rostro de cara al futuro. Esto ha quedado en evidencia en el actual debate político sobre uno de los temas torales en la plataforma ideológica de los propios conservadores, en Alemania y en el mundo: la familia.
"Promueve la separación"
La cúspide del conflicto más reciente se produjo cuando la ministra alemana de la Familia, Ursula von der Leyen, propuso aumentar drásticamente el número de plazas disponibles en instituciones educativas públicas para el cuidado de niñas y niños menores de tres años.
Con la propuesta se alcanzaría en el año 2013 una cifra de 750.000 sitios en los llamados Kinderkrippen, etapa que antecede al Kindergarten y que equivale a las guarderías de algunos países latinoamericanos.
El problema, según los conservadores más recalcitrantes, es que la medida beneficiaría a madres que ya trabajan, y además abriría el camino para que otras retomaran la vida profesional luego de dedicarse al cuidado de los bebés durantes los primeros meses o años de vida de éstos. Todo ello, alega el viejo conservadurismo alemán, atenta contra "la imagen tradicional de la familia".
Conservadores vs. conservadores
El tema es tan sensible, dentro y fuera de la Unión Cristianodemócrata, que pone sobre la balanza la identidad del conservadurismo político alemán.
Günther Beckstein, nuevo líder del conservadurismo de Baviera, advirtió: "No queremos dar la impresión de que los niños deben ser enviados cuanto antes a una institución social para que se hagan cargo de ellos". En cambio, manifestó total apoyo a la decisión de aquellas madres "que deciden permanecer en casa para educar a sus bebés".
En tono más vehemente, otros políticos conservadores acusaron a von der Leyen de "discriminar" a las madres tradicionales en beneficio de las mujeres que deciden combinar la vida familiar con la profesional. Además, le reprocharon el "promover la separación de las familias".
El discurso neoconservador
Lo que se discute, pues, no es solamente una asignación presupuestal sino la columna vertebral de la política conservadora en asuntos que conciernen a las familias. Cualquier político pragmático sabe que, hoy por hoy, los discursos conservadores "duros" alejan a los electores.
Por ello no falta quien, incluso dentro de las mismas filas de la derecha alemana, reconozca la necesidad de modernizar estas políticas, y "rebasar por la izquierda" a los eternos rivales socialdemócratas.
El secretario general de la CDU, Roland Pofalla, ubicó el tema en toda su dimensión: "La cristianodemocracia debe ser capaz de abordar este tema lejos de toda emoción, para ubicar a todas las opciones en su valor justo".
Ésta, dijo, es "la única oportunidad que tenemos para preservar la identidad como partido que representa, en el mejor sentido de la palabra, a los valores conservadores de la familia".
El ministro presidente de Baja Sajonia, Christian Wulff, una de las figuras ascendentes en el neoconservadurismo alemán, reconoció que no se trata de un choque de modelos familiares. "El hecho es que actualmente muchas madres ni siquiera tienen la opción de decidir", afirmó.
El debate no termina, como tampoco se ha agotado la recomposición de la identidad del neoconservadurismo alemán. Pero este intercambio de ideas comienza a marcar lo que será el futuro discurso conservador hacia próximas elecciones, y hacia una eventual separación entre los cristianodemócratas y los socialdemócratas que por necesidad, y sólo por eso, cohabitan en el gobierno federal.