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Langeness, una de las islas Hallig, es uno de los lugares más singulares de Alemania. Durante las mareas vivas, campos y prados desaparecen bajo las aguas del Mar del Norte y solamente las casas se elevan entre las olas. La pequeña isla es el hogar de aproximadamente un centenar de personas, que viven en gran medida al margen del bullicio que marca el día a día en tierra firme. Sin embargo, cuando en Alemania resuena el debate en torno a conservadores, socialdemócratas y el ascenso del populismo de derechas, Langeness hace oír su voz. Axel Rowohlt viajó a la región para seguir de cerca la campaña electoral. Elecciones en las marismas Un reportaje de Axel Rowohlt