Pese a la crissi, el negocio de los cruceros está en pleno auge. En 2012, más de seis millones de europeos pasaron sus vacaciones en estos hoteles flotantes. Ante la fuerte competencia, las compañías operadoras necesitan ideas cada vez más llamativas para imponerse en este disputado mercado. El puerto de Hamburgo, por ejemplo, es uno de los puntos de partida para los viajes a Escandinavia.