El pueblo votó

Fischer salva a Schröder, titula su comentario el diario español 'El País', de Madrid y escribe: " El inesperado buen resultado, el mejor de su historia de los verdes parece haber salvado a la coalición rojiverde en el poder en los últimos cuatro años en Alemania. Según las últimas proyecciones, el resultado de las elecciones de ayer, tras un recuento no apto para cardiacos, detiene la hemorragia de la izquierda (Suecia aparte), y lo hace en el país más importante de la Unión Europea. ...

Joshka Fischer no sólo ha salvado a Schröder, sino que se convierte en una de las más interesantes figuras de la política alemana y europea... El resultado no resta mérito a la capacidad política de Schröder, pero de su importante retroceso debe sacar las lecciones pertinentes. ... Es la dimensión europea de estas elecciones la que más ha de interesarnos.

La Alemania que ayer salió de las urnas está más centrada. La oposición, tras estos estrechos resultados, ha de cooperar. De otro modo, Alemania se paralizaría, cuando tiene ante sí la gran oportunidad de volver a convertirse en la locomotora de la economía y la integración europeas."

No podrá seguir siendo el motor de Europa

El diario italiano 'Corriere della Sera' de Milán, hace hincapié en la precaria situación en que deja el resultado de las elecciones al próximo gobierno alemán y escribe: "Schröder ha aprovechado el pacifismo de sus connacionales, sin preocuparse demasiado de Europa. Stoiber lo ha contradicho prudentemente, a media voz. Ni el uno ni el otro han sabido expresar una línea política crítica, pero constructiva. No sorprende que ante dos expresiones semejantes de mediocridad, los alemanes no hayan manifestado una opción clara por uno u otro. Y no sorprende que muchos de ellos hayan entregado su voto a un partido joven , menos "político", como el partido verde de Joschka Fischer. Aunque la coalición roji-verde mantenga el poder, como parece, la CDU podrá complacerse de sus resultados: ha superado el escándalo de Kohl, y ha demostrado que un líder bávaro ya no es víctima de los prejuicios que antaño tenían los alemanes contra los políticos del sur. Pero es difícil imaginar que, tras estos resultados, Alemania pueda seguir siendo un ejemplo para sus vecinos y un motor para Europa".

Es hora de enfrentar los problemas

El diario suizo 'Neue Züricher Zeitung' indica que "nunca antes las elecciones alemanas fueron tan cerradas. La lucha electoral ya de por sí emocionante, se volvió una verdadera prueba de fuego. Aún cuando el domingo por la noche no se sabía a ciencia cierta quién sería el ganador, se pueden hacer ya algunas observaciones, como por ejemplo el impresionante resurgimiento de los partidos de la Unión, especialmente la Unión Cristiano Demócrata. Lo mismo vale para los verdes quienes con tan buen resultado, se convierten en el salvavidas de Schröder y su SPD. El resultado obtenido por el Partido Social Demócrata resulta mucho más difícil de analizar. El hecho de que el cerrado empate se mantuviera aún muchas horas después del cierre de las casillas electorales debe agradecérsele al Partido Liberal Demócrata, que recibió la cuenta por la intervención del agitador Möllemann. Si no se logró imponer la coalición entre conservadores y liberales, fue gracias a la figura de este hombre.

En Alemania un gobierno casi empatado resultará más difícil de gobernar. Pero tal vez la mayoría escasa en el Parlamento resulte, sin embargo, en una cooperación gubernamental más disciplinada y segura. La campaña electoral llevó a distorsiones enormes de los problemas reales de Alemania. Es de esperarse que la calma después de los últimos meses de intensa fiebre liberen las energías que este país requiere para solucionar sus problemas," comenta el suizo 'Neue Züricher Zeitung'.

Möllemann tiene la culpa

El diario económico alemán 'Handelsblatt' responsabiliza a los liberal demócratas del posible resultado de las elecciones y escribe: " El Partido Liberal Demócrata (FDP) hizo un error tras otro durante la campaña electoral. Debería haberse dedicado a cuidar al grupo de electores que tradicionalmente los elige, en vez de embarcarse a la conquista de ilusiones tan inciertas como la de lograr el 18% de los votos. Los últimos esfuerzos llegaron demasiado tarde. Los líderes liberales deberían haberle puesto un hasta aquí a Mölleman desde un principio. Con el tema antisemitismo no se pueden ganar elecciones en Alemania. Si el Partido Social Demócrata logra mantenerse en el poder bajo la coalición que sea, muchos culparán al FDP. Si los electores meditan sobre el resultado de las elecciones podría ponerse en duda el derecho de existencia del FDP. Las siguientes elecciones regionales lo demostrarán", finaliza el diario Handelsblatt su comentario.

Mölleman el chivo expiatorio

También el 'Financial Times Deutschland' centra su comentario en la figura de Jürgen Möllemann y escribe: " Le ha llegado la hora a Möllemann. Ya poco antes de que cerraran las urnas, la presidencia del Partido Liberal Demócrata demandó a su vicepresidente a dimitir de su cargo. Los liberales hacen bien: con sus más recientes ataques en contra de Michel Friedman, el vicepresidente del consejo Central de los Judíos , Mölleman intentó nuevamente ganar votos de antisemitas para el FDP: Era necesario esta decisión. Y aún así queda el sabor amargo. Por lo visto Westerwelle reacciona tan duramente pues busca a un chivo expiatorio para el fracaso de su proyecto del 18 %. El FDP quedó muy por debajo de sus pronósticos. Mölleman debe irse para que no queden dudas sobre las cualidades directrices de Westerwelle, " finaliza el comentario del 'Financial Times Deutschland'.

Stoiber víctima de su estrategia

El diario alemán 'Frankfurter Allgemeine Zeitung' comenta que " en pocas ocasiones vivimos unas elecciones tan emocionantes como estas. Hasta hace pocos días la Unión y los Socialdemócratas aún luchaban hombro a hombro por la posición del partido más fuerte. La incertidumbre sobre la conformación del futuro gobierno era grande. Y eso que hace tres meses todo indicaba que las elecciones ya estaban decididas, por lo menos mientras que Schröder pasó por ser el simpático, pero Stoiber el capaz, todo parecía estar decidido a favor de Stoiber. Pero todo resultó distinto. La Unión resultó víctima de su propia estrategia. Hasta el final optó por concentrarse en las debilidades del contrincante, en vez de concentrarse en sus fuerzas. No pudo imponerse a la estrategia populista de Schröder, pues tuvo demasiado miedo a la creciente oposición popular a la guerra. "