El primer hincha

El primer hincha de la historia del fútbol vivió en Uruguay. Se trataba de un trabajador del Club Nacional de Fútbol de Montevideo, el segundo club uruguayo por antigüedad. El hombre se dedicaba a inflar los balones del Parque Central, el estadio donde disputaba sus partidos el equipo uruguayo.

Reconocido fanático del Nacional, sus gritos de "¡arriba Nacional!" se hicieron famosos en todos los estadios donde jugaba el equipo de sus amores. Unos gritos que debieron ser especialmente ruidosos, especialmente si tenemos en cuenta que era capaz de hinchar los balones ayudado tan sólo por la potencia de sus pulmones.

Era habitual que otros aficionados comentaran entre ellos las ruidosas demostraciones del aficionado del Nacional, identificado como "el hincha". Fue de esta manera como la palabra pasó a denominar a todos los aficionados del equipo de Montevideo. Más tarde, la denominación "hincha" comenzó a aplicarse a los aficionados del resto de clubes.