El Papa se despidió de España
21 de agosto de 2011Publicidad
Antes de partir hacia Roma, el Papa agradeció a los casi 40.000 voluntarios que ayudaron a organizar la más reciente Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), clausurada este domingo (21.8.2011) en Madrid. Benedicto XVI los visitó en las instalaciones que han servido como base de operaciones desde que la multitudinaria cita católica arrancó el jueves (18.8.2011). “En todos los actos en los que he participado, allí estabais vosotros: unos visiblemente y otros en un segundo plano, haciendo posible el orden requerido para que todo fuera bien”, dijo en el recinto ferial IFEMA.
La próxima cita tendrá lugar en Brasil
Al tomar la palabra, el pontífice alemán era interrumpido repetidamente por aplausos y gritos de “¡Benedicto! ¡Benedicto!” Cuando la muchedumbre por fin le permitió hablar, el Papa aprovechó para animar a aquellos que en estos días hayan descubierto su vocación en el “sacerdocio, la vida consagrada o el matrimonio”. El líder de la Iglesia Católica dijo que “si ha surgido esa inquietud, dejaos llevar por el Señor y ofreceos como voluntarios al servicio de Aquel que no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos”.
Entre el calor y la emoción
El punto álgido de la presencia de Benedicto XVI en la JMJ –la vigilia de oración en la noche del sábado (20.8.2011) y la misa final de este 21 de agosto en el aeródromo de Cuatro Vientos– se saldó con más de 2.700 peregrinos atendidos por los servicios sanitarios. Entre la apertura de puertas del aeródromo y la misa de clausura, 2.753 personas tuvieron que ser atendidas por los servicios de asistencia municipales, que trasladaron a 99 de ellas a centros hospitalarios, según informaron fuentes de emergencias. La mayoría sufrió los efectos del fuerte calor en Madrid, donde el termómetro ha llegado a rozar esta semana los 40 grados.
Autor: Evan Romero-Castillo / dpa / Reuters
Editora: Claudia Herrera Pahl
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