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Protegiendo al oso andino

Carolina Chimoy | Carlos Rincón
8 de septiembre de 2020

El oso de anteojos, u oso andino, está amenazado por los cazadores furtivos y los agricultores. Su hábitat también se está reduciendo. Dos científicos luchan ahora por su supervivencia.

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Kolumbien Schutz für Andenbär
Imagen: DW/C. Rincón

Colombia: Los salvadores del oso andino

Objetivo del proyecto: sensibilizar a la población sobre la importancia del oso de anteojos, u oso andino, para la selva andina colombiana y proteger a los animales.

Ejecución del proyecto: estudio del oso y su comportamiento, organización de talleres para educar a los agricultores de la región sobre la importancia del animal para el medio ambiente y cómo protegerlo.

Socios: la Fundación Wii y la Fundación Bioandina, que dirige el "Santuario del Oso de Anteojos”.


En el hocico y alrededor de los ojos su pelo es más claro, por eso parece que lleva unas grandes gafas. Con su naturaleza tímida y su pelaje, el oso de anteojos, conocido también como oso andino porque habita en los bosques al pie de los Andes, no parece una gran amenaza. Sin embargo, los agricultores de la región andina de Sudamérica los cazan porque creen que el único oso del subcontinente es una amenaza para su ganado. La caza es una de las razones de que esta especie esté amenazada, además de la deforestación y la expansión urbana dentro de su hábitat.

El biólogo Daniel Rodríguez lleva más de 30 años estudiando al oso de anteojos. Junto con el veterinario y director de la Fundación Bioandina, Orlando Feliciano, ha asumido la misión de proteger a esta especie vulnerable. Con este fin, intentan sensibilizar a la población local sobre la importancia del animal para la región y dirigen un santuario para los osos heridos en las montañas andinas de Colombia.

Cada vez que los investigadores devuelven un oso andino a su hábitat natural y realizan un seguimiento de su cría, saben que su duro trabajo vale la pena.

Un videorreportaje de Carolina Chimoy y Carlos Rincón