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El one-man show de un liberal: Guido Westerwelle

21 de septiembre de 2009

Tiene apenas 47 años pero ya bate récords de liderazgo en el Partido Liberal. Guido Westerwelle quiere devolver a su partido el protagonismo político y, por qué no, el ministerio de Relaciones Exteriores.

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Guido WesterwelleImagen: AP

Cuenta apenas con 47 años y sin embargo ya ha batido récords; sólo el legendario Hans-Dietrich Genscher ocupó por más tiempo la silla de la dirección del Partido Liberal Alemán, FDP; eso fue de 1974 a 1985. Desde el año 2001 es Guido Westerwelle el ocupante de ese sillón y, a juzgar por los hechos, ahí se quedará un buen tiempo. En el último congreso del FDP en Hannover, Westerwelle fue reconfirmado en su cargo con un 96 por ciento de los votos. Ahora más que nunca, el líder liberal procedente de la región de Renania del Norte-Westfalia marca el perfil de su partido, cuya bancada en el Bundestag, el Parlamento alemán, también preside.

Sin competencia en las propias filas

Mientras que los otros partidos de oposición –Verdes y La Izquierda- apuestan por liderazgos compartidos (Renate Künast/JürgenTrittin y Gregor Gysi/Oskar Lafontaine, respectivamente), el FDP se centra en Guido Westerwelle. Con su omnipresencia se granjea el continuo reproche de haber convertido a su partido en un one-man show. Por otro lado, en el horizonte del FDP no descolla ningún otro perfil que le llegue a los talones al brillante orador líder de los liberales alemanes.

Además, con Westerwelle el FDP volvió a vivir la experiencia del éxito. Cuando asumió las riendas del partido, éste andaba a la deriva. A nivel federal, después de 30 años de haber participado en el poder, desde 1998 los liberales se conformaban con una modesta existencia en las filas opositoras; en muchos de los 16 parlamentos regionales ni siquiera estaban representados. Esto cambió radicalmente con Westerwelle. El FDP cosechó una victoria electoral tras otra y gobierna en coalición en algunos estados federados –entre ellos la influyente Renania del Norte-Westfalia con sus 17 millones de habitantes.

“Coalición Jamaica”, si fuese imprescindible

Sólo el mayor de los éxitos no ha alcanzado el FDP de Westerwelle: volver al gobierno de Berlín. Hace cuatro años, a pesar de sus buenos resultados electorales, la oportunidad se les fue de las manos. La anhelada coalición con los conservadores de CDU/CSU no se materializó debido a debilidad de éstos. En caso de una victoria electoral en octubre de 2009, los conservadores siguen siendo los socios deseados por los liberales; si fuese imprescindible, un gobierno tripartito con los verdes también puede ser imaginable. Debido a los colores insignia de los partidos –amarillo para los liberales, negro por los conservadores y verde por los ecologistas- se denomina a este posible unión la “Coalición Jamaica”.

Por el contrario, ninguna simpatía le despierta a Westerwelle la otra posible coalición gubernamental: el “semáforo” de verde, rojo por los socialdemócratas y amarillo del FDP. El líder de los liberales cree capaz a los socialdemócratas de coaligar –a pesar de viejas promesas de que jamás lo harían- con Verdes e Izquierda, en caso de que las cuentas salieran. Impedir esta coalición de izquierdas es, por ello, el objetivo electoral número uno de Westerwelle; su prioridad es lograr una coalición de liberales y conservadores, un frente político que este fino coleccionista de arte moderno cree una opción para las corrientes de centro de la clase media.

¿El ministro de Exteriores Westerwelle?

En un gobierno de coalición negro-amarillo, Guido Westerwelle podría ser el ministro de Exteriores y vicecanciller: un cargo que encaja en la tradición liberal. De 1969 a 1998 esa función estuvo, casi ininterrumpidamente, en manos de políticos del FDP: Walter Scheel, Hans-Dietrich Genscher y Klaus Kinkel. Genscher, ídolo de Westerwelle, dirigió el ministerio de Exteriores por 18 años; en su otro puesto, el de jefe del FDP, Westerwelle le pisa los talones: le faltan apenas 3 años para haber estado tanto tiempo como el legendario Genscher al frente del Partido Liberal Alemán.

Autor: Marcel Fürstenau/Mirra Banchón
Editora: Emilia Rojas