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El nuevo Quijote europeo

Emilia Rojas6 de noviembre de 2004

El jefe de gobierno español reiteró en una entrevista su voluntad de forjar el futuro de Europa junto a Alemania y Francia, proclamando su fe en el potencial que encierra la Unión Europea.

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José Luis Rodríguez Zapatero tiene grandes proyectos para la UE.Imagen: AP

José Luis Rodríguez Zapatero se está revelando como uno de los más entusiastas promotores del proyecto europeísta. Y, por lo visto, intenta volver a inyectar a la integración el encanto de una visión: “Europa debe convencerse de que dentro de 20 años puede ser la potencia mundial más significativa, porque tiene las mejores oportunidades para ello”, declaró el gobernante hispano al semanario alemán Der Spiegel, poco antes de las consultas regulares que sostendrá el lunes con el canciller alemán, Gerhard Schröder.

La locomotora alemana

Eso supone, ciertamente, que se cumplan ciertas premisas. Por ejemplo, que Alemania vuelva a convertirse en la “gran locomotora” económica del continente, para que la Unión Europea, en conjunto, pueda asumir el liderazgo. En este contexto, Rodríguez Zapatero definió en la entrevista lo que significa a su juicio ser líder: “mantener, simultáneamente, el crecimiento y la cohesión social”.

Semejante empresa no es, sin embargo, nada simple, como lo están experimentando dolorosamente las autoridades de Berlín en la actualidad. Pero de las palabras del gobernante de Madrid apuntan más allá de los problemas y desafíos coyunturales: se trata, en definitiva, de creer en Europa.

El mejor aliado

Jose Luis Rodriguez Zapatero hat Besuch von Gerhard Schröder und Jacques Chirac
Cumbre tripartita en Madrid, el pasado mes de septiembre.Imagen: AP

La línea de Rodríguez Zapatero coincide claramente con la del presidente francés, quien quisiera ver en la Unión Europea un contrapeso político al poderío estadounidense. Y esto tiene más vigencia que nunca tras el espaldarazo electoral que acaba de obtener el jefe de la Casa Blanca. Bien deben sonar por lo tanto en París las palabras del gobernante español, que defiende a ultranza su decisión de no volver a enviar tropas a Irak bajo ninguna circunstancia.

Sea como fuere, Rodríguez Zapatero se alza como el mejor aliado que pueden tener por estos días Francia y Alemania. No en vano subrayó en la entrevista concedida a Der Spiegel que España se entiende con ambos países “mejor que nunca”. Los vientos que soplan desde Madrid, de todos modos, resultan refrescantes para la vieja Europa, que necesita una inyección de renovada confianza para avanzar en su quijotesco proyecto integrador.