El mejor instrumento de seguridad
18 de julio de 2002
Tras la cumbre económica del Grupo de los 8, en la que África se situó en el foco de la atención, parece mejorar el marco de condiciones para la ayuda al desarrollo. También el 11 de septiembre ha provocado cambios en la connotación que se da al tema. En una reunión celebrada en Wiesbaden, la ministra alemana de Cooperación Económica, Heidemarie Wieczorek-Zeul, destacó que el shock de los atentados de Nueva York y Washington puso de manifiesto que se necesita un orden mundial más justo. En este sentido, aludió a la necesidad de dotar de mayor equidad al proceso de globalización.
Los ministros de Cooperación Económica de Noruega, Suecia, Gran Bretaña, Holanda y Alemania desean lograr que Europa se presente en la cumbre mundial de Johannesburgo con una postura mancomunada. Se trata de incrementar la influencia del viejo continente, para lograr que se acuerden medidas concretas en pro del desarrollo sustentable.
Credibilidad ante el Tercer Mundo
A juicio de los participantes en el encuentro de Wiesbaden, la política de ayuda al desarrollo es el principal instrumento de índole civil para el resguardo de la seguridad internacional. Por lo demás, resulta mucho más económica, duradera y efectiva que cualquier forma de asistencia militar. Porque ayudar a la gente a resolver sus problemas implica también evitar conflictos.
En este contexto también cabe un papel destacado a la política agraria. Según Heidemarie Wieczorek-Zeul, es necesario tener en cuenta el aspecto de la credibilidad ante los países del Tercer Mundo. "Actualmente, las naciones industrializadas dedican 360.000 millones de dólares anuales a proteger sus mercados de las importaciones procedentes de estados en vías de desarrollo", indicó la ministra. Y puntualizó que "una reforma de la política agraria, como la que se discute ahora en la Unión Europea, sería también de enorme ayuda para que los países del tercer Mundo pudieran incrementar sus propios ingresos".
El gran desafío
El objetivo central es, indudablemente, eliminar la pobreza. 1.700 millones de personas en el mundo no tienen acceso a la energía eléctrica; 1.200 millones carecen de agua potable. Tal situación fomenta la propagación de múltiples enfermedades y es la causa de millones de muertes, sobre todo de niños.
La jefa de la Cartera de Cooperación Económica destacó que se pretende incorporar también al plan de acción al sector privado, estableciendo reglas adecuadas para la participación de las empresas. Igualmente se requiere una organización eficaz para que los pobres dispongan de acceso al agua potable, que hoy tienen que procurarse recorriendo largas distancias o comprándola envasada, a un alto precio.