El macho digital en vías de extinción

Algún hombre recordará con nostalgia los viejos tiempos a mediados de los años 90, cuando el 80% de los usuarios de Internet eran masculinos. Cuando la red global era como una habitación estudiantil de un joven culto y entendido en nuevas tecnologías, pero sin novia. Los ceniceros llenos, la ropa sucia, las cajas de pizza sobre la televisión, ya saben.

Fue un corto período en el que el hombre todavía podía ser hombre. El feminismo recién intentaba de deletrear la palabra HTML y los hombres se lo pasaban bien en su último refugio: el Internet. Aquí podían dejar, virtualmente, las botas sobre la mesa, eructar si querían o discutir con otros miembros de su género sobre los problemas que realmente preocupan el mundo: tarjetas gráficas, coches, fútbol y mujeres, claro.

Si alguna vez se perdía una mujer en las redes digitales se encontraba con seres extraños, que se comportaban como en la era de piedra. La comunicación entre los sexos resultaba ser más difícil aún que en la vida real. Si ella, por ejemplo en un Chat, le pedía que le enviase una foto bonita de él, en la mayoría de los casos recibía una foto de la cintura para abajo (y no precisamente de la rodilla).

Un bar lleno de hombres

El mal trato que recibían las damas dentro del mundo tecnológico causó también en parte la mala imagen que tenia la red en los años 90. La lingüista norteamericana Susan Herring fue una de las primeras científicas en sostener que hombres y mujeres no interactúan de la misma manera en Internet. Denunció la poca atención que se les daba a mujeres en las listas de discusión y la manera fuerte, humillante y sarcástica de comunicarse por parte de los hombres.

El equívoco fue pensar, que en el mundo digital la relación entre hombres y mujeres iba a ser mejor que en el mundo real: sin machismo y marcada por el respeto mutuo. En el Chat, el hombre no se fija en los pechos... Pero la sociedad virtual se compone de seres de la misma especie que la real. Las dificultades en la comunicación entre hombre y mujer son por tanto las eternas.

Algunos hombres siguen pensando que las mujeres online son como las mujeres que llegan a un bar a solas. Pero a diferencia a lo que ocurrió a mediados de los 90, la cifra actual de mujeres online alcanza en EEUU y en Europa la marca mágica del 50%. El bar, es decir el Internet, ya no es un domino del hombre. Las mujeres se apoderaron de la red digital, se encuentran en los Chats, en las listas de discusión y montan paginas web.

Hombres desorientados

Algunos de los pertenecientes al supuesto "género fuerte" parecen tener ciertas dificultades con estas tendencias. Aumentan en la red las páginas en las que se encuentran las víctimas masculinas de la guerra de los sexos. Los testimonios que se pueden leer en la "Red de hombres pro-feministas", por ejemplo, expresan una profunda frustración y desorientación.

La Asociación de "Hombres por la Igualdad de Género" afirma en su página web que "durante el siglo XX se ha producido la revolución femenina y ahora queda pendiente la masculina". Además pretenden "mostrar a los hombres la importancia que tiene la toma de conciencia sobre su condición masculina".

Leyendo estas sabidurías algo sorprendentes cabe preguntarse si a caso en algunos de los chistes feministas se encuentra un grano de verdad. En éste por ejemplo: ¿Por qué el mal de las vacas locas no afecta a los hombres? Porque siempre ataca al cerebro.