Desde comienzos de año, el Kurdistán iraquí hace llegar su crudo hasta el puerto de Ceyhan, en Turquía, a través de un nuevo oleoducto. Son sólo 300.000 barriles de crudo diarios, una pequeña parte de su capacidad. A pesar de ello, el gobierno iraquí aún no dio su aprobación para comercializarlo porque quiere hacerlo por sí mismo.