Academia del Guaraní
16 de noviembre de 2012Antes de que Sudamérica fuera conquistada por españoles y portugueses, el idioma guaraní era solo un integrante más de la familia de las lenguas tupí-guaraní. Actualmente, es una de las pocas lenguas indígenas vivas y habladas en grandes regiones del subcontinente. En Paraguay, así como en los países limítrofes, Argentina, Bolivia y Brasil, se estima que la hablan entre cuatro y 12 millones de personas.
El idioma de la mayoría, pero menospreciado aún
El guaraní es el idioma materno y oficial de alrededor de cinco millones de personas en Paraguay. Se lo considera idioma nacional desde el año 1967, y fue declarado idioma oficial junto con el español en 1992. Es la única lengua indígena oficial en toda América Latina, algo de lo que los paraguayos están orgullosos.
Cerca de un 90 por ciento de los paraguayos son bilingües. En el seno de la familia y con los amigos se habla guaraní, pero este idioma tiene mala imagen en la vida pública, por lo cual cada vez menos padres consideran importante que sus hijos lo aprendan en la escuela. En Paraguay -que quiere decir en guaraní “Río que origina un mar”- los documentos oficiales, los periódicos y la televisión emplean el español.
El vocabulario del guaraní es rico en nombres de plantas y animales, pero solo posee números del uno al cinco, y casi ninguna palabra para designar conceptos técnicos o políticos. Las personas de habla guaraní combinan esa lengua con palabras del español. “El bilingüismo tiene, por lo general, buena aceptación”, dice Wolf Dietrich, experto en idiomas indígenas del continente americano de la Universidad de Münster. Pero para poder sobrevivir, al guaraní no le queda otra alternativa que modernizarse.
Fortalecimiento de las lenguas indígenas
En 2010, el Gobierno de Paraguay aprobó una ley para regular el uso del idioma nacional y fortalecer las lenguas indígenas. Como consecuencia se creó la Secretaría de Políticas Lingüísticas, que dio apoyo a Miguel Ángel Verón, director del Centro Cultural para la Enseñanza del Idioma Guaraní para la creación de la Academia del Idioma Guaraní. Algo que, según Verón, era más que necesario: “Durante décadas se rechazó el uso del guaraní en Paraguay y en otros países. Sin embargo, esta lengua es el fundamento de nuestra cultura. La fundación de la academia es un acto de justicia para con el idioma y la identidad del Paraguay”.
Tareas de la Academia del Idioma Guaraní
El estatuto de la Academia prevé establecer reglas para la ortografía, además de la redacción de un diccionario actualizado y uno académico, así como de una gramática de la lengua. Además, se incluirán y analizarán nuevos términos, por ejemplo, aquellos que surgen del uso que hacen del idioma los más jóvenes, o los que circulan por Internet, lo que representa un avance muy importante, según Wolf Lustig, experto en cultura y literatura, de Maguncia. “Hasta el momento, ni siquiera hay reglas ortográficas para la escritura del guaraní”, explica. Pero en las escuelas sí se intenta, al menos, transmitir el idioma con una cierta unidad de criterio.
Sin embargo, aún hay divergencias en cuanto a si el guaraní debería asumir la terminología moderna del español o, por el contrario, crear nuevos vocablos en guaraní. “En las escuelas todavía no rige un acuerdo acerca del tema. La Academia debería crear reglas uniformes para terminar con esas discusiones”, exige el lingüista Wolf Dietrich. Además, es importante que los nuevos diccionarios se atengan a los cánones académicos actuales.
Guaraní: ¿el latín de Sudamérica?
A pesar de que el guaraní no se adecúa del todo a la ciencia, es, luego del griego y el latín, el tercer idioma en importancia en cuanto a su riqueza en términos científicos en el ámbito lingüístico europeo, sobre todo de aquellas referidas a plantas y animales. Palabras como jaguar, ananá y maracuyá son vocablos guaraníes que hoy se usan incluso en el alemán. “El guaraní es un idioma cultural, algo así como el latín de Sudamérica”, subraya Wolf Lustig. "Pero no es una lengua muerta. Muy por el contrario. Solo que debe adaptarse a los tiempos modernos.”
Buenas perspectivas
Wolf Lustig ve con escepticismo la creación de la nueva Academia del Idioma Guaraní. Según él, la institución piensa funcionar independientemente de la política, según su estatuto. Por eso, no queda claro quién se ocupará de financiar la labor de estudiar y preservar el guaraní.
En los años 50 hubo en Paraguay dos academias de guaraní que se ocuparon de establecer normas ortográficas, pero no lograron avanzar demasiado, y desaparecieron. El experto Wolf Dietrich piensa, sin embargo, que esta vez las condiciones son mejores: “En Paraguay hay gente muy competente que posee un gran conocimiento del tema”.
Autora: Christina Weise/ Cristina Papaleo
Editor: Enrique López