El giro de Gadafi

El diario flamenco de Bruselas, De Morgen, escribe: "Más llamativo que su colorida vestimenta y sus atractivas guardaespaldas es el repentino cambio de imagen del líder libio. En escasos seis meses el dictador se transformó de paria internacional en un político con quien Occidente se dispone a estrechar sus lazos de cooperación. Los dictadores con delirio de grandeza estarían bien aconsejados de seguir su ejemplo. Desde ayer está Gadafi en Bruselas, donde el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, lo ha recibido con honores extraordinarios. Una perspectiva nada mala, tratándose de un hombre que durante cerca de 35 años ha gobernado a su país como un monarca absolutista instaurando un régimen del miedo".

Gadafi es un oportunista...

El matutino francés, Le Journal de la Haute Marne, señala que Gadafi es un tipo que se las sabe todas. "Se las ingenia para ser invitado con toda pompa por la Unión Europea, con la misma facilidad con la que antes despreció y ridiculizó a Occidente. Los rumores sobre existencia de petróleo provocan desmemoria. Ahora escuchamos que el jefe de Estado libio, otrora autor intelectual de atentados asesinos, es uno de los promotores de la paz mundial. Esto resulta no sólo extraño sino hasta insolente. De momento el mandatario libio necesita a Occidente. La reconciliación con Estados Unidos y Europa le valen lo suficiente como para asumir la responsabilidad por los atentados perpetrados contra aviones de pasajeros. Pero uno puede estar seguro que su delirio de grandeza y veleidad, hacen a este hombre capaz de dar la espalda algún día a sus nuevos amigos. En primer término, Gadafi es un oportunista".

... también lo es Occidente

También el diario vienés Kurier, se ocupa de la visita de Gadafi. "La UE invitó a Gadafi a Bruselas. Su engarrotado cuerpo y el interminable apretón de manos con el presidente de la Comisión revelan que el mandatario no tiene todavía soltura en la arena internacional. Un pequeño incidente -cuando un hombre intentó entregar un sobre a Romano Prodi- podría ser el único indicio visible de que el visitante es presidente de un país no precisamente democrático. No importa. Lo único que cuenta es que el hijo del desierto ha renunciado al uso de armas de exterminio masivo y que Occidente no tendrá echar a perder el negocio por razones morales. Esto coincide con la consigna de la visita misma: "Trade and Aid" -Comercio y Ayuda- Ayuda para un país que ha sufrido durante décadas un embargo -cuyas causas han sido ya perdonadas y olvidadas- y que a raíz de eso se encuentra rezagado tecnológicamente. Comercio para Occidente que cuenta con los productos necesarios. No hay que preocuparse por el pago, ya fluirán los petro-dólares.

Recompensar a Libia

El rotativo alemán Financial Times Deutschland, señala: "Desde que subió al poder tras el golpe de Estado de 1969, Gadafi gobierna la República popular islámico-socialista con mano dura. Es responsable de sangrientos atentados y se encuentra en la lista de Washington de personas que respaldan el terrorismo. Las concesiones de Gadafi pueden considerarse como un éxito de la política del aislamiento económico practicada por Occidente. Por ello resulta consecuente el recompensar a Libia por haber cambiado de línea. Europa tiene interés en buenas relaciones, pues Libia puede construir un nuevo puente hacia África. Además cabe esperar que se cierre una fuente de terrorismo para abrir una de petróleo. La comunidad internacional podría esperar que el ejemplo Libio se convierta en una señal para otros Estados 'rebeldes' como Corea del Norte".