El FMI cumple 60 años
22 de julio de 2004“Tanto el FMI como el Banco Mundial están dominados por las naciones industrializadas más poderosas y ambas instituciones fracasaron estruendosamente ante los problemas de la globalización”, criticó el martes pasado la asociación berlinesa “Economía Mundial, Ecología y Desarrollo” (WEED).
Erase una vez...
Del 1 al 22 de julio de 1944 tuvo lugar en Bretton Woods (EE.UU.) la “Conferencia Internacional Monetaria y de Finanzas”. Economistas y políticos de 44 naciones fijaron allí los cimientos del sistema financiero actual. El objetivo inicial era estabilizar la economía mundial, brindar protección durante crisis financieras y ayudar a la reconstrucción luego de la Segunda Guerra Mundial. Recién a partir de los años 60 se concentró la atención en disminuir la pobreza en el mundo.
En Bretton Woods se decidió eliminar los estándares del oro para todas las monedas. Unicamente el dólar estadounidense se mantendría atado a las reservas de oro, todas las demás monedas participantes eran “cubiertas” por las reservas de oro del Banco Central de EE.UU., a través de cursos fijos frente al dólar. El sistema de cursos de cambio fijos significó para los países en cuestión renunciar a su soberanía político-monetaria.
En consecuencia directa se creó el Fondo Monetario Internacional, que prestaría dinero a los miembros en dificultades económicas. Pero para poder acceder a estos créditos los entretanto 185 países miembro tienen que pagar una cierta cantidad de dinero cuando ingresan al fondo: la cuota. Las cuotas son calculadas en función de la importancia económica de cada país y definen el monto del crédito y el número de votos del país miembro. Luego de Estados Unidos (17,46%) y Japón (6,24%), Alemania ocupa el tercer lugar con una cuota del 6,11 por ciento.
¿Colonialismo moderno?
El tema de las cuotas es uno de los puntos más criticables: en el directorio del FMI, integrado por 24 personas, cada una de las ocho naciones industrializadas líder en el mundo cuenta con un representante. Mientras que los restantes 176 Estados, que de hecho necesitan la mayor parte de las ayudas financieras, disponen únicamente de 16 escaños. Lo cual conlleva a que los “ocho grandes” definan en gran medida las condiciones de créditos y por ende la política financiera en los países más pobres.
Promesas vanas
Tanto el FMI como el Banco Mundial intentan aparentar cierto grado de autocrítica. Pero es dudoso que las buenas intenciones sean llevadas a la práctica. Los juicios de insolvencia, planteados para países altamente endeudados, se estancaron y tampoco se mejoró la participación de los países en desarrollo en temas financieros.
Esperanzas depositadas en el Presidente alemán
En Alemania la asociación WEED y el Instituto “Südwind” (viento del sur) exigieron una reforma en la distribución de votos, tanto en el FMI como en el Banco Mundial. Hasta ahora, los intentos de reforma se han visto bloqueados por la distribución de poder vigente. Ambas organizaciones confían en que la Unión Europea, junto con los países en desarrollo, logre movilizar algo en este sentido. “Südwind” apeló al nuevo Presidente federal alemán y antiguo jefe del FMI, Horst Köhler, para que influya en el gobierno federal y abogue por una iniciativa de reformas.