El fantasma de la fiebre aftosa

Dresdner Neueste Nachrichten, de Alemania: “La fuga en el laboratorio del sur de Gran Bretaña acaba con los sueños de los agricultores europeos. Si la semana previa se habían entusiasmado por la expectativa de un incremento constante de los precios de los productos agrícolas, el temor a una epidemia vuelve a cundir. El último brote de 2001 causó pérdidas enromes, después de que las montañas de cadáveres le quitaran a los consumidores las ganas de comerse un jugoso steak. Independientemente de las malas nuevas, el consumidor está consciente de que los precios de los alimentos no se reducirán mucho en el futuro. A la larga es insostenible la venta de productos de calidad por debajo de su precio de producción. Los alimentos tienen su precio y no son únicamente un suministrador de calorías.”

Pánico y depresión entre los británicos

De Morgen, de Bruselas: “El pánico cunde entre los británicos al recordar las imágenes de la epidemia de 2001 con las montañas de cadáveres de reses. Entre 6,5 y 10 millones de animales fueron exterminados. La BBC entrevistó a un hombre que tuvo que lidiar con el terror de los animales en las granjas y la violencia por parte de muchos de los granjeros. El entrevistado todavía toma antidepresivos para superar el trauma del 2001.”

Esperar el resultado de las investigaciones

Times, de Londres: “Existe una serie de posibles explicaciones de cómo el virus de la fiebre aftosa salió del laboratorio de Pirbright – van desde las inundaciones hasta fallas humanas o simplemente mala suerte. No pasará mucho tiempo hasta que la comisión dirigida por el profesor Brian Spratt presente un resultado. Hasta entonces sería injusto y poco inteligente partir de que la empresa Merial actuó descuidadamente simplemente por el hecho de ser una empresa privada con sede en Estados Unidos. Tiene prioridad. como lo dijo el primer Ministro, controlar y erradicar la epidemia.”